OPINION

El regreso de 'OT 2020': la distancia que ahora nos separa del show

OT 2020 retorno tras el confinamiento
OT 2020 retorno tras el confinamiento

Dos meses después, 'Operación Triunfo' ha vuelto a sus galas en TVE. Lo ha hecho como estamos volviendo todos: poco a poco. Como intentando recuperar la normalidad de puntillas, con distancia de seguridad y sin posibilidad de abrazos. Y un talent show sin la celebración del calor del abrazo es menos talent show. La falta de público también crea una atmósfera extraña, silenciosa, pero inevitable. Porque esta época también está dejando en evidencia lo trascendental que es el público en determinados programas.

El estudio de OT se ha iluminado por primera vez sin público. En su lugar, el foso de concierto se ha rellenado de plantas. Muchas plantas. Qué guasa, como si la naturaleza hubiera brotado mientras las personas humanas hemos estado confinadas. El golpe de efecto de jardín botánico, como si esto fuera 'Supervivientes' o, en su defecto, un 'Sábado Deluxe' cualquiera, ha dado de qué hablar. Y eso le viene bien al formato de La 1 para destacar: hay que facilitar el gag y el meme un poquillo... Porque el relato de las tramas de la academia se ha cortado y el retorno se hace duro. El espectador que no es fan fiel se ha desenganchado y casi ni recuerda la evolución de los concursantes que ayuda a identificarse (o no) con ellos. 

Encima, los árboles no aplauden (todavía). Así que OT ha tirado de aplausos enlatados para dinamizar un poco el ritmo del show. Aunque el gran acierto ha sido incorporar público a través de webcams. Todas las pantallas del plató llenas de ventanitas con fans del programa instalados desde su casa. Daban calor desde la distancia. De hecho, sabían que es importante moverse mucho para que en pequeñito se les vea bien y no parecer congelados. Estaban bien adiestrados, desde luego. Y daban color, emocionante en estos tiempos . El plano de reacción tan decisivo en televisión, también en la distancia, y que este miércoles acercó a la emisión tradicional de La 1 a esos espectadores incondicionales que se han movilizado, día a día, hasta transformar en un éxito participativo el canal de Youtube y las redes sociales del programa. Una audiencia joven que es vital para el porvenir de TVE.

El público virtual en las grandes pantallas del estudio.
El público virtual en las grandes pantallas del estudio.

Y empezó el show con "Sonrisa", una canción que ya cantaron en confinamiento en una videollamada. Esa versión doméstica es lo primero que hemos visto en esta gala, para luego dar paso a los concursantes en plató. Bonita transición del mundo virtual al mundo físico. Y así han regresado, pero los bailarines llevaban mascarilla. Y el jurado estaba muy lejos, claro, por la distancia de seguridad inquebrantable. Y Roberto Leal volvía como maestro de ceremonias para marcharse, porque ya es rostro de Antena 3 con 'Pasapalabra' (y Noemí Galera con su sonriente ingenio se lo recordó). Todo raro.

Los concursantes han pisado el plató seguros de sí mismos, con ganas, pero con algo en la mirada que nos dice que su inocencia se ha esfumado en gran parte. Han tenido tiempo para reflexionar, para estar en contacto con el exterior desde su propia cuarentena y parece que se han percatado de que tienen que aprovechar la experiencia y la plataforma de visibilidad televisiva hasta donde puedan, ya que es obvio que el show este año no es un fenómeno social transversal y sus singles no están consiguiendo traspasar más allá de la legión de incondicionales.

Sólo es una oportunidad que aprovechar, relativizando. Y parecen saberlo mejor que nunca. Todos tienen talento, ha sido un buen casting y dentro y fuera de las actuaciones en el retorno han demostrado su sensibilidad. Pero al programa le ha tocado ocurrir en el año que nos paralizó. Y si 'OT 2020' ya no terminaba de calar lo suficiente antes de esto y daba la sensación de que sólo llamaba la atención por sus polémicas, la pausa social sólo ha enfriado más el show, que carece ahora de toda tensión competitiva para conectar con el interés de la audiencia. Eso sí, estos dos meses fuera probablemente han igualado más a los nueve concursantes que quedan, que han vuelto sólo con la pretensión de disfrutar de una prórroga que nadie sabía si tendrían. El futuro ya dirá. Ya nos dirá.

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