OPINION

Cuando el verano se utilizaba para probar posibles nuevos éxitos de la TV

Qué me dices
Qué me dices

Piscinas, vaquillas, playas, pruebas refrescantes y concursantes ligeros de ropa… Hubo un tiempo en el que la tele renovaba su programación para conquistarnos con espacios pretendidamente veraniegos.

Así las cadenas rompían con la rutina de todo el curso y aireaban al público con formatos más juguetones. En eso consisten las vacaciones.

Pero, además, el periodo estival servía a los directivos de los canales como campo de pruebas de programas que llegaban para rellenar en el estío y que se terminaban quedando por mucho tiempo.

Hay dos claros ejemplos de programas veraniegos que ya nadie recuerda como veraniegos. El Informal, que instaló en España la franja del access prime time de la que ahora es referente El Hormiguero, y Qué me dices, el informativo rosa que cambió la prensa rosa. Y, probablemente, lo pudo hacer por su aterrizaje en pleno julio, donde las cadenas eran más permisivas probando contenidos.

Así ¡Qué me dices! empezó a romper con los pedigrís de la revista ¡Hola! gracias a una inteligente mirada al mundo rosa, cargada de sano humor, que huía de las informaciones cortesanas y creía en la comedia. Porque hasta con el cuore se puede hacer comedia.

La todoterreno Belinda Washington y el indescriptible Chapis eran la extraña pareja que estaba al frente de un formato que logró superar en audiencias el último tramo de los -por aquel entonces indestructibles-Telediarios de La 1, que desde ese instante incorporaron noticias con mayor carga de entretenimiento en los minutos finales de cada edición.

Y ¡Qué me dices! se quedó en la programación de Telecinco con su tono vivo y desenfadado. En 1997, el programa hasta sacó su propia revista al mercado, editada por Hachette (hoy Hearst), que se mantiene como referencia del género. Ya no tiene dibujadas en sus páginas las caras de Belinda y Chapis -como pasaba en su lanzamiento-, pero siempre será fruto de aquel espacio que nació un 27 de julio.

Extra Rosa
Anda, si es que las dos se llamaban Rosa. Qué casualidad.

¡Qué me dices! despareció en 1998. Otro programa que se estrenaba en verano hacía la cama a Telecinco. Antena 3 probaba en vacaciones Extra Rosa. El magacín tenía un decorado improvisado en un set olvidado de la cadena. Allí Rosa Villacastín -que era la directora del invento- y Ana Rosa Quintana estrenaban un espacio de crónica rosa más tranquilo, aunque también con mucha ironía. Se daba otro paso más allá en la información rosa de sobremesa: la charla más reposada entre amigas periodistas que parecen bien relacionadas y que cuentan con datos de primera mano. Los famosos no huyen de ellas, quieren sentarse con ellas.

Una vez más, el verano era crucial para dar vida a un éxito que, más tarde, sería embrión inconsciente de Sabor a ti, el magacín que catapultó a Ana Rosa Quintana como referente. Para que luego digan que el verano es malo para la inversión televisiva, cuando es una oportunidad para adelantar al rival y romper con la rutina del espectador probando nuevos contenidos que, a veces, fueron un gran éxito sembrado mientras otros estaban chapoteando en su vacación...

Mostrar comentarios