OPINION

Cuando la televisión se contamina de narrativas de las redes sociales

La Sexta Noticias Youtube
La Sexta Noticias Youtube

Empieza a parecer una tendencia en expansión en las noticias de La Sexta. En ocasiones, muchas ocasiones, el relato de la información se rompe con un periodista pegado a una pared de ladrillo. Ahí, el redactor empieza a ser rodeado de rótulos que resumen e inciden en los datos que va explicando.

Pero lo que puede parecer innovación en realidad es una involución televisiva. Al menos, en estos casos que se repiten estos días en 'La Sexta Noticias'. Este modus operandi sigue la estela de los 'youtubers' que apuestan por el rótulo porque no disponen de derechos de imágenes. Y sin contar con imágenes tienen que tirar de otros trucos para enriquecer la historia que cuentan desde sus púlpitos. 

En cambio, el espectador de la televisión busca que el periodista no sea tan protagonista y esté en contacto con la noticia. No en una pared de ladrillo, que sale ya a diario en las noticias de La Sexta. Así la televisión empobrece su calidad optando por técnicas baratas de canal de Youtube sin medios. Tácticas que, además, despistan al público porque quebrantan el tono de la crónica en un contexto escénico y estético que no se asocia a lo que se está narrando. Es como colar un presentador diferente dentro de una pieza de un informativo que ya tiene otro presentador titular, más conocido y con una escenografía de pantallas y luces más apta para realizar sobreimpresiones sin distraer dentro de la noticia.  No es un preescriptor referente en el tema y no está en un lugar asociado a la noticia. Se trata de una interrupción de la atención sobre lo que se está contando. Los datos se pueden comprender con más sencillez con una infografía en movimiento o explicados con imágenes reales. Al fin y al cabo, la tele es dinamismo.

La autoría es fundamental en el periodismo que viene y en la autoría va también el probar y hasta equivocarse. Jugar con los rótulos puede ser interesante en una obra periodística audiovisual -aunque en la actualidad se puede incluso conectar más con el espectador evitando la saturación de letreros tras años de abuso-, pero la televisión tampoco puede perder de vista el valor propio que atesora y no cuentan otras ventanas. Hay que intentar estar en el epicentro de la noticia, hay que mimar la experiencia de visionado, hay que narrar con una coherencia que no siempre permiten insertos descontextualizados y desordenados que se sienten más como una invasión porque son incoherentes con el relato. Es decir, si se realiza un reportaje sobre residencias de ancianos, el espectador entiende que el periodista ha ido de enviado especial a una residencia de ancianos. Pero, ahora, en La Sexta sale el mismo paredón exterior para hablar de residencias de ancianos o del PIB. Y eso no es modernidad, eso supone un empobrecimiento audiovisual que merma la relevancia de la marca de un canal referente en información. 

Para transmitir mejor la información y que se comprenda con más claridad, el espectador quiere ver la realidad y sus protagonistas. La fuerza de una cadena informativa está en mostrar con calidad de imagen lo que sucede y sus matices. No hay que quedarse en una misma pared de ladrillo-cara-vista como si fueras un 'sexy youtuber' más. Porque eres un canal de TV, eres más que un vídeo rápido para redes sociales. La audiencia quiere ver el horizonte contigo, no el ladrillo de la fachada del plató.

Que lo excepcional sólo sea por una situación excepcional y no se quede como habitual, como ya empieza a parecer y hasta contagiándose a otros canales. Porque la calidad de la televisión mermará. Y La Sexta lo notará, pues dará la sensación de que ha dejado de estar donde sucede aquello relevante y, lo que es peor, quizá su contenido empiece a no diferenciarse a un vídeo de esos que llegan por WhatsApp.

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