OPINION

De 'Acacias' a 'Puente Viejo': el secreto para el éxito de un buen culebrón de sobremesa

El Secreto de Puente Viejo.
El Secreto de Puente Viejo.
El Secreto de Puente Viejo.
Acaramelados.

Las tardes de la televisión en España cuentan con un tipo de ficción que no cambia con los años. Es el culebrón de época. Telenovelas en color sepia en las que cualquier tiempo pasado presente ser mejor.

Amar es para siempre, Acacias, El secreto de Puente Viejo son producciones que llevan a su espectador a otro tiempo donde todo parece más romántico, más épico y más pomposo. La ensoñación es clave, fantasear con unos años donde había más prejuicios y, con tiempo de por medio, también más idealizable lucha por alcanzar amores prohibidos.

Todas estas telenovelas añojas cuentan con una estructura muy similar, que no ha variado con la evolución de los consumos televisivos. Todo sigue igual. Desde la larga sintonía de arranque, que va mostrando a todos los actores protagonistas y no protagonistas con sobreactuadas caras de felicidad - mirando fuertemente al espectador- o la modernidad encarnada en un personaje, exiliado, que vuelve de París con sus lecciones de lujuria cosmopolita.

No pasa nada porque los decorados evidencien que son de mentira, que se abra una puerta y se mueva toda la inestable pared de corcho-pan. Tampoco importa que la fuente de la plaza del pueblo parezca de cartón: el ADN del éxito de estas producciones está en que son relatos clásicos, que son reconocibles y siempre funcionan: bodas, asesinatos, bodas con asesinatos, hijos ilegítimos, lucha de clases, amores prohibidos, enfermos que se hacen los enfermos, sacerdotes a lo Pájaro Espino

Los roles de los personajes están claros para conectar con la emoción más palpable del espectador potencial de estas ficciones que reúnen una clave esencial a la hora de escribir el guion: que sea imposible perder el hilo.

El principal secreto del éxito de este tipo de folletines de época está en que el espectador pueda incorporarse a la historia en cualquier instante. Es más, que sea muy sencillo de seguir las historias aunque no se preste atención del todo. Puedes comprender lo que pasa en Acacias mientras hablas por teléfono, friegas los platos o planchas la colada.. Tampoco si te pierdes cuatro episodios.

No pasa nada, estas series están pensadas para que su público pueda evadirse con ellas sin necesidad de prestar más atención de la cuenta a la trama. Siempre puedes entender lo que pasa aunque no sigas las historias con fidelidad. De hecho, de eso suelen ir estas series: de mucha infidelidad y amor imposible.

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