OPINION

DMAX: así 'colorea' a Franco

Franco en Color, Discovery Max
Franco en Color, Discovery Max

La influencia de DMAX en el panorama televisivo español pasa por la producción propia. Pero es complicado llamar la atención de la audiencia en un tiempo en el que el espectador siente que cuenta con una sobredimensionada oferta de contenidos. El secreto para paliar este efecto colateral está en definir bien la línea editorial del canal temático. No todas las cadenas pueden ser 'generalistas' y la experiencia del sello Discovery ha optado por acotar bien sus marcas de canales en España. Su relevancia pasa por su segmentación.

Discovery se lanzó en España en 1995 a través de las plataformas de pago, en donde en la actualidad ofrece 3 canales. El divulgativo original de documentales Discovery Channel y otras dos frecuencias deportivas, Eurosport 1 y Eurosport. Lo mismo ha hecho en el abierto, abriéndose camino como proveedor de contenidos de dos licencias de TDT que difícil tenían su supervivencia si optaban por una programación de canal comercial convencional. Ha logrado acuerdos para organizar la concesión al grupo de Kiss FM, bajo el nombre de DKISS -para un público del cliché de lo que se entendía tradicionalmente como más femenino- y DMAX, que ha transformado VEO TV, el canal que consiguió Unidad Editorial.

A este último, DMAX, Discovery denomina como su "canal que va más allá de las historias convencionales, mostrando historias extraordinarias a través de personajes auténticos". Vamos, los documentales de Discovery de siempre pero enfocados a un público afín a la supervivencia, el mundo salvaje -los formatos de Frank Cuesta-. la ingeniería, la ciencia, la magia -Mago Pop- o la historia. Ahí es donde entra la serie que colorea las viejas imágenes en blanco y negro de nuestro pasado más reciente, como reclamo para ofrecer una visión inédita. Porque la televisión que traspasa es la que logra una experiencia especial a la hora de narrar la historia. Discovery lo consigue con esta idea de 'colorear', que les diferencia de otros documentales del género.

Ha sido necesario colorear más de 120.000 fotogramas y, para que el tratamiento fuera realista, se han tenido que realizar un total de 25 mil referencias de color. Un complejo  proceso de trabajo para el que se han abierto, restaurado y digitalizado en 4K un total de 369 materiales fílmicos de los más de 750 restaurados y que podrán verse editados a partir de este lunes,  a las 22.30h, en DMAX con 'La Vida de Franco en Color'

Una serie documental, de dos capítulos, que sigue la estela de ‘España dividida: la Guerra Civil en color’ y más recientemente ‘España después de la guerra'. Y el resultado de esta producción aprueba con nota como ejercicio de narración histórica a través del periodismo televisivo que radiografía sin edulcorar ni disfrazar. Así el documental realiza un repaso de la biografía del dictador: el papel en la contienda, su ascenso al poder y sus relaciones con el resto de las potencias occidentales; su autonombramiento como jefe del Estado, sus sucesivos gobiernos y alianzas, la represión del régimen, sus políticas económicas y sociales,  sus decisiones en torno a la elección de un sucesor y su respuesta ante los escándalos de corrupción; la grandilocuente simbología propagandística de la dictadura...

También muestra imágenes censuradas, como la última aparición de Franco en un acto oficial en la que ya evidenciaba un descriptivo deterioro físico o filmaciones  más desconocidas, como su participación como actor -interpretándose a sí mismo- en el filme de 1926 ‘La malcasada’ interpretándose a sí mismo. Es lo único que no ha sido coloreado.

Los documentales de prime time deben contar con una percha que les diferencie del resto. Mostrar en color aquello que siempre se vio en blanco y negro sólo es un truco digital pero que, al final, hace entender más a tono con los nuevos consumos televisivos la historia más reciente. Y Discovery lo utiliza como inteligente reclamo para fortalecer su implantación en nuestra sociedad, atreviéndose a retratar una historia más próxima de lo que parece y que incluso da herramientas para comprender los problemas de nuestras proclamas políticas de nuestro tiempo. Tal vez, por eso mismo, durante años, se prefirió no tocar este tema. Se creía que podía espantar a una audiencia que quería huir de estos fantasmas en blanco y negro, pero ahora esa misma audiencia tal vez quiera superar esos fantasmas mirándolos de frente, sabiendo que no son ciencia ficción. 

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