OPINION

Dos años de 'First Dates': cuando un buen formato encuentra su cadena perfecta

Platania, First Dates
Platania, First Dates
Platania, First Dates
Platania.

No basta sólo con un buen programa. A veces, también, es necesario que el programa conecte con el ADN de la cadena que lo va a emitir.

 First Dates llegó hace justo dos años a la cadena perfecta para el tratamiento de su contenido, Cuatro. También en el momento perfecto, siendo un producto que entronca con un público complementario a El Hormiguero o El Intermedio y, además, aterrizó cuando las aplicaciones para encontrar pareja ya estaban popularizadas. Lo que propicia una mayor identificación de un tipo de público, que está más habituado que nunca a las citas con desconocidos con los que se topan en las redes.

Porque el éxito de First Dates, aunque tiene mucho humor, está en el poder de la identificación. El espectador de First Dates se cuela en citas a ciegas en las que ama u odia a los comensales que intentan “enamorarse”. Es fácil tomar partido por alguno de los tortolitos que acuden a la caza de pareja e incluso es habitual sentirse reflejado en determinados comportamientos que retrata el formato en cada edición. Porque, en mayor o menor medida, todos hemos sido rechazados en una cita. Aunque no sea a ciegas.

Dos años en los que para no caer en la monotonía, First Dates apuesta por la diversidad. En el programa participan personas para todos los gustos y, de vez en cuando, incorpora a personajes más peculiares, como Platania (en la foto de arriba), que interesan al espectador por su excentricidad y generan conversación en las redes sociales. Es la otra baza del este espacio: no teme convertir a sus protagonistas en personajes que fomentan guasa entre los usuarios de Twitter para que no decaiga el chascarrillo viral en el que (casi) todo vale.

Porque, al final, lo que menos importa de First Dates es que los protagonistas encuentren pareja. Es un show para demostrar que las citas pueden ser una telecomedia sin fin. Y, con humor, termina haciendo un retrato de las susceptibilidades, contradicciones y frustraciones a la hora de querer gustar a alguien.  Aunque no te guste a ti (pero estás en la tele).

Así este formato de éxito internacional se ha convertido en el formato estandarte del actual Cuatro, un canal con un lenguaje joven y viral que es también la esencia de First Dates, ideal para el chascarrillo en la red y hasta para aprender de errores  de otros en sus citas. Y darte cuenta que pocas veces, al final, comieron perdices.

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