OPINION

El diálogo de Mercedes y Antonio Alcántara que es una sublime bofetada de realidad social

Mercedes y Antonio Alcántara preparados para firmar su divorcio.
Mercedes y Antonio Alcántara preparados para firmar su divorcio.

"No hay rendición más dolorosa que la de dejar de querer aún queriendo", remata la voz adulta de Carlitos Alcántara en la última emisión de 'Cuéntame cómo pasó'. Otro episodio para la posteridad, en el que Mercedes y Antonio acuden a firmar su separación. Pero Antonio se resiste. Y, en el despacho de abogados, los Alcántara desarrollan un diálogo que es más que un diálogo. Es un sublime retrato de la sociedad.

Mercedes- "Yo he intentado ser la mujer que tú querías. Llevo 40 años esforzándome por serlo".

Antonio -"¿Y yo no?"

Mercedes- "No, tú vas a la tuya. Tú siempre has sido el hombre que querías ser".

Antonio no ha entendido nada. En la misma escena, habla de "luchar" porque quiere a Mercedes a su lado y hace hincapié en que no sabe "estar solo". Su argumento principal es 'él'. No se pregunta por la realización y el bienestar que urge ella.

Así, 'Cuéntame' lo ha vuelto hacer. De una u otra manera, todos nos vemos reflejados en 'Cuéntame'. Y es fácil sentirse reconocido en Mercedes Alcántara. Siendo mujer pero, también, siendo hombre. Porque, con la llegada de los noventa al barrio de San Genaro, Mercedes se ha percatado de que ahora es su turno, mientras Antonio intenta no perder a su amor a base de ese egocentrismo latente que asfixia tantas relaciones, fruto también de la época que ha vivido, de su educación machista, de un oprimido concepto de lo que debe ser una familia.

El longevo éxito de la historia de 'Cuéntame cómo pasó' estriba en que nos sumerge con mimo y osadía en la larga (y aún sin terminar) transición española con el atino de no quedarse sólo en lo evidente de la política sino siempre sumergiéndonos en la otra gran transición: la de la sociedad. La de una sociedad en la que las mujeres, poco a poco, descubrieron que tenían todo el derecho a colocar su felicidad en primer plano. Y la lucha continúa en 2020 en tantos aspectos sensibles en los que, por momentos, parecemos retroceder.

Las secuencias compartidas por Ana Duato e Imanol Arias en este capítulo recién emitido son un deleite que, además, inspira. Diálogos repletos de perlas que abren mentes y dos actores que no pueden entender ni respetar mejor a sus personajes tras tantos años dándoles vida. El capítulo duele, porque es casi como asistir al divorcio de nuestros padres. "Me da pena veros así", dice Toni (Pablo Rivero) en un momento del episodio. A nosotros también. Pero es que, a veces, el amor se tiene que rendir, sobre todo cuando arrasa con uno mismo.

Borja Terán. 

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