OPINION

El éxito de audiencia de la misa de La 2 (que no todos quieren asumir)

Santa Misa Coronavirus
Santa Misa Coronavirus

A veces, los políticos que predican la independencia en Televisión Española cuando llega a los poderes confunden pluralidad con que la corporación pública sólo emita lo que defienden sus ideales. Quizá no se han parado a pensar en el significado real de la diversidad. Si TVE tiene que retratar a todos, todos también tienen que estar retratados en TVE.

De ahí la importancia también de la retransmisión de las misas en La 2 de TVE, un servicio público que se ha evidenciado este fin de semana cuando su audiencia se ha disparado ante la necesidad de los creyentes de seguir la eucaristía desde casa. El programa, desde la capilla de las Salesianas del Colegio San José -presidida por el cardenal Osoro–, se disparó hasta un 14,3 por ciento de cuota de pantalla. Así programa contenedor 'El día del Señor' llegó a más de un millón de espectadores de media. Lo más visto en su franja. Ya lo quisiera Telecinco a esa hora.  

Aunque estos datos no son fruto del momento excepcional en el que vivimos, la misa de La 2 es uno de los programas matinales que mejor resultado de cuota de pantalla logran en la segunda cadena de la cadena pública. Una cadena pública que, aunque estemos en un estado aconfesional, tiene que estar en las circunstancias y sus matices que radiografían el país, su sociedad y su historia. Sin eufemismos, sin partidismos. Y ahí también está la Santa Misa. Es la responsabilidad de TVE, como también la iglesia debe ser responsable a la hora de utilizar ese púlpito.

Televisión Española abre hueco en la mañana dominical a todas las confesiones en un puzzle de programación dentro de su deber como servicio público. Aunque, eso sí, ya habría que dar un salto en el concepto de emisión de estos formatos, a tono con las nuevas épocas y nuevas formas de consumir. La fotografía de las liturgias se ha quedado estancada en el tiempo. La realización y contextualización debe evolucionar en narrativas audiovisuales. Con la tecnología actual la ceremonia religiosa podría ser una experiencia visual que inmortalizara una eucaristía con más artístico valor documental y jamás como un mero trámite sin mirada.

Porque lo que es evidente es que parte de la sociedad demanda este contenido. Y también define esa esencia de televisión pública plural como institución que aporta a todos, que refleja a todos. También en el ámbito de las creencias. Un objetivo, el de retratar y divulgar, que se consigue mejor a través de esa equilibrada curiosidad integradora que intenta entender lo que nos une y diferencia. Sin olvidar, por supuesto, que la televisión pública debe narrar todo sin condescendencias y con la mirada crítica del periodismo que da voz a todos.

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