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El extraño viaje que provoca el Instagram de Millán Salcedo

El gran cómico de 'Martes y Trece' está dejando brotar su personalidad en la mayor red social de 'postureo' visual. No todos entienden sus vídeos, pues desmontan los cánones de la aplicación.  Como ya hizo en la tele de los ochenta y noventa con su humor sin complejos.

Lola Flores adelantándose al twerking con Millán Salcedo.
Lola Flores adelantándose al twerking con Millán Salcedo.
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Un extraño viaje a la soledad del cómico. Es el incómodo sentimiento que desprende la primera vez que se da clic en el perfil de Instagram de Millán Salcedo. El gran bufón de nuestra televisión ha vuelto a visibilizar su humor gracias a unas redes sociales que son más transparentes de lo que parecen. Y con Millán transmiten la estampa del humorista que llegó a lo más alto y, ahora, está haciendo chistes como uno más desde el silencio de su vacía cocina. Como si el éxito masivo no se hubiera traducido en el calor de la compañía próxima.

Pero, después, al rato de estar navegando entre las publicaciones de su Instagram, uno mismo se sorprende porque se está riendo a carcajada limpia de los vídeos que está viendo de la misma manera que descubrió a Martes y Trece. Entonces, se percata de que Millán Salcedo lo está haciendo de nuevo: conquistarnos con un humor tan surrealista como complicado de ejercer. 

Y sin necesidad de escenografía. Sólo autograbándose con su propio móvil, como uno más. Pero Millán Salcedo nunca será uno más. Aunque le veamos con el ojo prejuicioso de la deshumanización que, en ocasiones, provocan las redes sociales: su talento sigue intacto. Es más, mantiene esa osadía sin pavor al qué barruntarán. 

Osadía con la que Millán y Josema Yuste conseguían que el país no hablara de otra historia cuando se emitían los especiales de Martes y 13 en aquellas nochesviejas de los noventa.

Para una colosal imitación de Massiel o Michael Jackson ya sólo basta los filtros y máscaras digitales de Instagram que están alcance de todos. Pero, claro, no tenemos a nuestro alcance el imaginativo surrealismo que alcanza Salcedo. Lo mismo comparte un vídeo proponiendo juegos musicales que se mete en la ducha para protagonizar el sketche de 'La culpa es del gobierno que nos gobienna'. Humor más inteligente de lo que aparenta en una red social de apariencias.

Esta cuenta de Salcedo nació con la publicación de una foto que inmortalizó en los noventa un instante en el que Lola Flores se adelantaba al twerking, mientras bailaba con el propio Millán. Ya eran modernos, porque siempre fueron modernos. Porque hay artistas con tanta autenticidad que su modernidad es eterna. Digan lo que digan.

Desde aquella primera publicación, hace un año -el 6 de junio de 2019-, el Instagram de Millán viene a ser un pequeño oasis de libertad para la comedia, su comedia, como aliada que anima al público y , también, a su propio creador. Una comedia que recuerda que la vida es mejor soltando el lastre de los complejos, sentidos del ridículo y/o sentimientos de vergüenza ajena.

Sin embargo, la esperpéntica corrosión puede chocar con el modus operandi del universo de postureos y frivolidades con ínfulas que suele inundar una red social como Instagram. Quizá, por eso mismo, de primeras el perfil 'instagramer' de Millán Salcedo puede resultar un viaje extraño y hasta incómodo de ver. Quebranta ese hábitat viral en el que abunda la sobreactuación de la egocéntrica felicidad de cartón-piedra.  Y no, el Instagram de Millán Salcedo no transmite felicidad. Pero provoca la sonrisa del humor cristalínamente honesto con su sociedad, con su tiempo y hasta con uno mismo.

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