OPINION

El fallo garrafal de 'La Ruleta de la Suerte': con 'b' de burro

Fallo garrafal La Ruleta de la Suerte
Fallo garrafal La Ruleta de la Suerte

"¿No puedes cortar esto?, qué vergüenza", pide Alba a Jorge Fernández tras percatarse del fallo garrafal que ha cometido. Sólo le quedaba una letra para resolver el panel titulado "¿Quedamos?" y la frase a descubrir era más que evidente: "Sin planes, sin horarios y sin mo*iles". Faltaba la "v" de "móviles", claro, pero ella pidió una "b". Es más, recalcó que quería la "b de burro". Premonitorio, lo de burro.

Madrileña y estudiante de arquitectura, Alba cometió una burrada. Un lapsus típico de un concurso pero llamativo por ser más grave de lo habitual. ¿Los nervios? Más bien representa a la perfección el modus operandi de la mayor parte de los concursantes de 'La Ruleta de la Suerte'. No son estrategas ni lumbreras como Los Lobos de 'Boom', sino que suelen ir a jugar sin pensar demasiado, a lo loco, sin grandes ambiciones.

Incluso Jorge Fernández, ya curtido por años y años presentando este programa, les intenta ayudar en la dinámica de las pruebas. Les da pistas, les asesora y les invita a que piensen un poco antes de soltar consonantes al tuntún o empujar la ruleta sin ton ni son. También echa una mano el propio público en el estudio, que ya se las sabe todas de tanto ocupar la grada y les grita lo que es más sensato hacer. Pero lo habitual es que los concursantes no hagan mucho caso o enseguida se olviden de los buenos consejos.

Porque el concursante de 'La Ruleta de la Suerte' suele primar la inmediatez a la inteligencia, dejando todo el porvenir de su concurso al loco azar. Pero no sólo al azar lógico de las vueltas que da la ruleta, también al azar de las decisiones que (no) se van tomando, mientras se resuelven paneles sin meditar y apenas se pelea por una suma de dinero considerable.

Será que cualquier táctica de buen concursante queda nublada por los machacones cánticos con los que anima este show a su audiencia. "A por el bote, oé" y esas cosas.

Entre tanto frenesí y panderetas, todos podríamos fallar a la hora de elegir una letra para completar una palabra. ¿O no? Aunque, en este caso, es especialmente difícil de concebir justo con una palabra, "móviles", tan omnipresente en nuestras vidas actuales.

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