OPINION

El final de la emisión de series en prime time

Las señoras del hampa
Las señoras del hampa

"En plena “época dorada” de las series, paradójicamente están en proceso de extinción en prime time. Disfrutad, porque tal y como está el tema, puede ser la última temporada que las veáis en abierto. (Igual empezando a las 21.45, como antaño, se arreglaba un poco la cosa) #Malditoaccess". Alberto Caballero, creador de 'La que se avecina', lanzaba en su perfil de Twitter hace sólo unos días esta reflexión sobre el (mal) futuro de las series.

Y razón no le falta. Y pone la lupa en la crisis de audiencia que la ficción sufre en España. Porque las series están en peligro de extinción en las cadenas tradicionales si ellas mismas no intentan romper con sus vicios para inflar la cuota de pantalla, que es el gran problema de fondo.

Los consumos bajo demanda han favorecido una revolución de acceso a los contenidos que ha dejado completamente perdidas a las cadenas tradicionales. Pero, en otros países, las series siguen atesorando grandes datos de audiencia en prime time. Sucede en Estados Unidos o Reino Unido, sin ir más lejos, países de larga y contundente tradición en producción de ficciones, como también es España.

La diferencia con estos países estriba en que en Estados Unidos o Reino Unido el espectador sabe a qué hora comienza la serie y, no menos importante, conoce la hora a la que termina. En España no: se ha maltratado al público en esa batalla por las audiencias efímeras y, al final, están consiguiendo expulsar a la audiencia hasta crear un complejo mal de salud a la ficción nacional del que parece que nadie se atreve a dar el primer paso para salir de tal atolladero.

Como apunta Caballero, ya no tiene sentido retrasar los comienzos de las series tanto. La audiencia objetiva se termina marchando y, lo que es peor, no llega al final de los episodios porque acaban a las tantas. Por tanto, el espectador potencial no se engancha a las tramas y no está ahí la siguiente semana. Así vemos como todos los estrenos de ficción se van desplomando en audiencia tradicional tras su estreno.

El público afín a las series pasa de aguantar a los programadores de las cadenas. Y, si se engancha o el primer capítulo le gusta, ya sabe que lo podrá consumir en diferido sin sufrir vaivenes de programación y esperas interminables hasta que empiece el episodio del día mientras ve programas de relleno con videos de gatitos. Como sucede con 'TVemos' en TVE.

Complicada tarea ver 'Malaka', el nuevo estreno de esta temporada en ficción de la cadena, si te hacen olvidar que existe a base de refritos que son paja. Porque sí, Televisión Española también retrasa el prime time para que parezca que tiene más cuota de pantalla, cuando lo que el canal público debería hacer es explicar y medir la aceptación social en el número de espectadores. Es la única forma de salir de este galimatías.

Alguna cadena debe dar el primer paso. En esto, es tiempo de aprender de los anglosajones y convertir la programación de los canales de siempre en un bonito y ordenado escaparate en el que se pueda vivir la experiencia colectiva de ver, por primera vez, el estreno de un episodio ante el televisor. Y tuiteándolo juntos.

Generar citas y acontecimientos es el salvavidas de la tele tradicional y de la rentabilidad que haga sostenible la producción de series que representen nuestra idiosincrasia nacional. Pero si las cadenas no fijan una hora de comienzo y fin de los capítulos para que el espectador lo sepa y lo tenga claro en su cabeza, las series habrán muerto en el prime time. Y será culpa de las propias cadenas, que priorizaron un porcentaje de cuota de pantalla antes que al espectador real, que se siente menospreciado y maltratado. Y sin espectadores reales, al final, tampoco habrá anunciantes. Ni habrá televisión tal y como la hemos entendido y disfrutado hasta ahora.

@borjateran

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