OPINION

El fracaso de 'La La Land' en TVE: claves de un increíble batacazo que define el futuro de la tele

Fotografía de la película 'La La Land'
Fotografía de la película 'La La Land'

La La Land' es el último gran fenómeno social del cine. Se convirtió en un evento que generó amplia conversación social, logró atraer a las salas tradicionales incluso a un público que no suele ya pasar por la taquilla de la pantalla grande y recaudó 446 millones de dólares.

El estreno televisivo de 'La La Land' contaba con todos los románticos y musicales ingredientes para alzarse como un gran evento en su primer pase en el prime time. Es una película con mimbres para romper las audiencias. En cambio, la cinta de Damien Chazelle ha fracaso en cuota de pantalla en su aterrizaje en La 1. Ni siquiera ha pasado la barrera psicológica del 10 por ciento de share, que define cuando un espacio pincha en una cadena generalista.

La 1 tenía los derechos de esta joya de la corona. Sin embargo, no ha conseguido destacar con el lanzamiento de 'La La Land'. ¿Qué ha sucedido? La cadena pública ha intentado publicitar en todos sus programas la llegada de este popular filme, pero no cuenta con una estructura afianzada para dar una visibilidad de calidad a su contenido.

TVE es más invisible que nunca. A la cadena pública le faltan rostros reconocibles y formatos diferenciados en su programación diaria, que recuperen un público fiel que acuda para quedarse al canal más veterano. El televidente siente que la emisora no está viva en su day time y, como consecuencia, se olvida de su existencia.

'La La Land' ha sufrido esa baja definición de la imagen de marca de La 1 pero, también, apunta que el cine cada vez tiene menos sentido en la televisión clásica, a no ser que la cadena sepa promover una gran cita. Lo ha hecho Mediaset con, por ejemplo, los estrenos de 'Avatar'. La táctica fue poner a todos los rostros de la cadena, programas e incluso informativos a predicar la percepción de que tal película era un evento "imperdible". Esas papeletas las tenía 'La La Land'. Y TVE lo ha intentado. Hasta han cantado el tema estrella de la película a los presentadores de 'España Directo'. Pero no funciona. Porque no son programas con vínculo empático y contundente con el espectador masivo. 

Aunque más allá de la compleja situación de TVE, el fiasco en audiencias de 'La La Land' define que el espectador ya no acude a un canal tradicional a ver cine, ya que puede verlo con solo un 'clic' en las plataformas bajo demanda. Sin esperas, sin horarios de programación, sin retrasos por la contraprogramación.

Ni en Televisión Española, que ya tampoco comunica como debería su valor añadido de no sufrir cortes de publicidad en el visionado de una serie o película. Al final, 'La La Land' se quedó este domingo en un inaudito 9 por ciento de share y 1.512.000 espectadores. Tercera opción de la jornada, por detrás de 'El Peliculón' de Antena 3 con una bastante más desconocida 'El extranjero',  que congregó a un mejor 14.6 por cierto de cuota y 2.256.000 espectadores. Paradojas...

La diferencia de Antena 3 y La 1 está en que la cadena de Atresmedia sí que ha logrado asentar una imagen acorde con la ficción y tiene un tipo de seguidor afín, mientras que TVE se ha desdibujado porque no mantiene un proyecto estable que perfile al unísono todos sus contenidos. La cadena pública ha centralizado fuerzas en un prime time. Pero el fuelle de la televisión tradicional no se sustenta sólo en el prime time. Menos si está desordenado y sin unos contenidos que busquen el traspase de televidentes de unos a otros.

Como consecuencia, el domingo por la noche lideró el debate de 'GHDÚO' con un excelente 18.1 por ciento de share y 2.208.000 espectadores. Choca que el público mayoritario prefiera el histerismo de un repetitivo debate en el que no pasa nada nuevo a un peliculón que caló a nivel global. Quizá ahí mismo esté la clave: la cadena pública no cuenta con esa viveza de Telecinco para comunicar bien sus propuestas. Su programación parece adormecida en la inercia. No invita a pasarse. TVE necesita un proyecto estable de forma urgente, pues la calidad no está reñida con una parrilla enérgica que conecte con audiencias transversales.

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