OPINION

El gran paso para la credibilidad de RTVE con el 'debate a seis'

Debate a 6: RTVE
Debate a 6: RTVE

Un pequeño paso para la campaña electoral, un gran paso adelante para RTVE. Así ha sido, en su vertiente televisiva, el debate a seis que ha organizado la radiotelevisión pública este martes y que ha enfrentado a Cayetana Álvarez de Toledo, del PP; María Jesús Montero, del PSOE; Irene Montero, de Unidas Podemos; Inés Arrimadas, de Ciudadanos; Gabriel Rufián, de ERC, y Aitor Esteban, del PNV.

No estaban los líderes de las cuatro principales fuerzas, pero eso ha terminado jugando a favor de una emisión que se ha convertido en una alternativa que rompe con el prisma patriarcal y, por tanto, da una imagen que representa la diversidad que define nuestro tiempo.

Mujeres y hombres peleando por sus ideales (o por su estrategia electoral) en una televisión pública que ha abierto su plató más grande e histórico, el Estudio 1 de Prado del Rey, para acoger el debate a seis.

Si bien RTVE podía haber jugado con elementos del propio estudio -como la legendaria parrilla de focos del techo- para dar más espectacularidad y crear más marca de icónica casa de la radiotelevisión como epicentro de un acontecimiento de estas características, la cadena sí ha construido una escenografía moderna y amplia. Justo lo que falta a sus actuales 'Telediarios'.

Debate a 6: RTVE
Estudio 1 de Prado del Rey

Decorado en el que ha destacado una larga pantalla detrás de los candidatos, donde se ha proyectado una animación en constante movimiento pensada para hacer más televisivamente dinámico el que suele ser más denso o previsible discurso de los políticos. Quizá esta animación ha ido con más velocidad de lo que necesitaba el programa. Pero ha sido inteligente incorporar el logotipo de RTVE a ese grafismo escénico para impulsar la imagen de referencia informativa de la marca de Radio Televisión Española.

La realización, dinámica, con multipantalla y algo arriscada en determinados encuadres, también se ha quitado corsés de viejos cara a cara. Ha acertado, sobre todo estando al quite para mostrar la reacción expresiva de los contrincantes e incluso del moderador, Xabier Fortes.

De hecho, Fortes ha sido una importante revelación de la noche. El periodista ha relativizado la cita y ha roto con los antitelevisivos protocolos impostados de otros debates electorales en RTVE, que alejaban al público de este tipo de encuentros. Con un punto de ingeniosa y elegante ironía, ha terrenalizado la intensidad del debate haciéndolo más accesible y amable para el espectador. Es profesional, pero no le impone. No está temeroso, es periodista de oficio.

Por ahí va el camino de RTVE. Volver a ser consciente de su sociedad, abrir sus platos, míticos platós, sin complejos y con más riesgo, con profesionalidad pero sin que a sus profesionales les imponga nada ni nadie. Si los políticos dejan, claro.

Mostrar comentarios