OPINION

El impulso de 'El Objetivo' de Ana Pastor: un formato clave en la identidad de La Sexta

El fin del Telediario: así será la revolución de los (caducos) informativos
El fin del Telediario: así será la revolución de los (caducos) informativos
Ana Pastor, nuevo plató de El Objetivo.
La nueva escenografía de El Objetivo.

2013. Ana Pastor introduce en el horario de máxima audiencia de nuestra televisión el periodismo de datos con un nuevo formato: El Objetivo. No es un reto sencillo, pues en España el público está más acostumbrado al efectista debate con tertulianos de marcada ideología o a la audaz fórmula de Salvados, más pegada al género del elaborado documental.

2018. El Objetivo ya es un programa de referencia de La Sexta: ha logrado instalar, con claridad y de una manera atractiva, el análisis televisivo que huye de intensidades y otros fuegos de artificio en el prime time. Lo hace combinando la entrevista y el debate, junto con la perspectiva que aporta la (maldita) hemeroteca y las pruebas de verificación, ADN del espacio.

Pero El Objetivo también necesitaba un salto a nivel escénico. Y aprovechando que el formato cuenta con nueva productora desde enero, Newtral Media, fundada por la propia Ana Pastor, el programa ha estrenado plató y puesta en escena en este domingo.

El Objetivo ya no se realiza desde la sede de Globomedia -hasta ahora productora del programa- y, por tanto, ya no comparte retales de decorado con Zapeando -la pantalla y el suelo de leds era el mismo en ambos productos-. Ahora ocupa un espacio propio en los estudios de Atresmedia, con una mayor amplitud e incorporando estudiantes como público. Aunque, a pesar del cambio de ubicación, el renovado set busca  cierta coherencia con la apariencia visual construida durante toda su trayectoria. Esto último, es un detalle clave en el rediseño de platós de formatos de estas características: ser fiel a lo que identifica el público.

De hecho, en el nuevo Objetivo continúa la alargada mesa con plasma táctil incorporado, icono periodístico del programa, como intuitivo e identificable lugar para el análisis de los datos. Eso sí, ahora es más larga, la mesa, y cuenta con una presencia más espectacular.

La nueva mesa de verificación de El Objetivo
La nueva mesa de verificación de El Objetivo

También se mantiene la gran pantalla al fondo, con una presencia más inmersiva,  y se ubica un nuevo diseño mesa para el debate. Adiós a los incómodos taburetes para los invitados y se reestructura la posición de Pastor, colocando a la periodista en un emplazamiento telegenicamente diferenciado de los contertulios: frente a ellos. 

Nuevo decorado de El Objetivo
Nueva mesa de debate, incorporando público.

Las posibilidades a nivel visual a la hora de presentar la información se multiplican con el nuevo set de El Objetivo. Nuevo decorado, nuevo grafismo -más simplificado y organizando los hashtag junto al logo de la cadena para no ensuciar en demasía la imagen- y nueva sintonía -más informativa- para un programa que es una alternativa al resto de la programación periodística del canal, diferenciándose incluso del marcado estilo ideológico del resto de los espacios de la propia Sexta y manteniéndose como buen tándem con Évole, cuando se emite Salvados.

Grafismos de El Objetivo
Nuevo grafismo de El Objetivo.

Apuntalar la programación de La Sexta

De hecho, El Objetivo ha conseguido estabilizar la noche de los domingos como referencia de información contrastada de La Sexta. Así esa franja mantiene a su público fiel, interesado en la actualidad social y política, también en los parones de emisión de Salvados.

La noche de los domingos ya es, por tanto, sinónimo de información sosegada en La Sexta. Un detalle que es fundamental en la estrategia de programación televisiva: definir con rotundidad el contenido de tramos de programación para que el espectador los identifique con facilidad. Es una realidad: el público ha interiorizado que, pase lo que pase, los domingos se disecciona la información en La Sexta. 

Además, desde esta semana, al realizarse desde la misma sede en la que se encuentra el control de emisiones de  Atresmedia, El Objetivo tiene más margen de movimiento si existe una información de última hora, ya que está conectado directamente al corazón técnico de La Sexta. 

El Objetivo crece, por tanto, logrando afianzar su apuesta por otro tipo de información a la que acostumbraba el prime time. La información que no se intenta quedar en los titulares prefabricados de la trinchera política y rastrea datos para que, así, el espectador extraiga sus propias conclusiones. Todo un hito desde una televisión privada.

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