Esperpéntico

El incómodo momento de la conexión entre 'Sálvame' e 'Informativos Telecinco'

Estrategias de las cadenas para que no haya ninguna tregua visual que ayude al espectador a caer en la tentación de cambiar de canal.

Nuria Marín baila en el cierre de 'Sálvame' mientras ya está pinchado el informativo.
Nuria Marín baila en el cierre de 'Sálvame' mientras ya está pinchado el informativo.
Borja Terán

Lejos parecían quedar aquellos tiempos en los que para dejar un buen colchón de audiencia al 'Telediario' el programa anterior acababa con un vídeo de un desfile de modelos. Al poder ser, desfile de modelos en bikini. Porque para que brille un informativo en cuota de pantalla tan importante como su contenido es el éxito del espacio que precede. 

De hecho, en las últimas épocas, las cadenas han indagado en tretas de programación para impedir que los espectadores cambien de canal. Quien más ha sufrido esta técnica es La 1 de TVE, que ha mantenido el arranque de su emblemático ‘Telediario’ a las 9 de la noche mientras sus rivales juegan a retrasar el comienzo de 'Informativos Telecinco' o 'Antena 3 Noticias' para que su público no pueda 'zapear', pues el otro canal ya ha empezado a narrar el relato de la actualidad del día y, por tanto, se desprende la sensación de que se llegará tarde a lo más relevante. Así que el público se queda en la cadena en la que está para no perderse nada de lo que ha pasado.

Con el salto de 'Pasapalabra' a Antena 3, Telecinco ha dado incluso un paso más allá. No sólo hace coincidir el desenlace de 'Sálvame' con el final de 'El Rosco' para minimizar la competitividad de esta famosa prueba de adivinar palabras a gran velocidad, sino que también entrelaza la emisión en directo de 'Sálvame' con 'Informativos Telecinco'. Es decir, divide la imagen en dos: a un lado se ve a Jorge Javier Vázquez y en la otra parte a Pedro Piqueras. Se crea así una transición entre programas y se elimina la cabecera del informativo para que no haya ninguna tregua visual que permita a alguien marcharse a otra emisora.

Lo malo es que esta transición de programa de entretenimiento de variedades a espacio de noticias puede producir situaciones peligrosas. Es lo que ha sucedido este viernes cuando en 'Sálvame' se despidió con música festiva a todo volumen y la presentadora de guardia, Nuria Marín, muy instintiva, se puso a bailar. Entonces, la pantalla se partió en dos y, mientras el espectador veía cómo celebraban el "fin de semana" en plató, se escuchaba de fondo a la voz del periodista de informativos decir: "después de la devastadora explosión en Beirut". 

Roberto Fernández, que presenta el informativo en vacaciones de Piqueras, vio que algo raro pasaba y empezó de nuevo: “ Buenas noches, después de la devastadora explosión en Beirut”. Pero ahí seguía pinchada la imagen de 'Sálvame' danzando como si estuvieran en el Fabrik. Quedó raro, claro. Momento incómodo. Incluso irrespetuoso. Aunque simplemente se debiera a una falta de comunicación de continuidad de la cadena. No obstante, ya empieza a ser habitual la cara de póquer del presentador del informativo aguantando con cuajo las locuras de 'Sálvame' ante la eliminación de la cabecera de 'Informativos Telecinco', que justamente ejercía su función de transición de credibilidad entre formatos de tono contrapuesto.

Cualquier día en Telecinco hacen el informativo directamente desde el estudio de 'Sálvame'. Es de los pocos programas que aún no se han hecho en ese decorado y, así, el público se quedará seguro en la emisora. Es más, quizá lo que falta a Telecinco es que directamente sea Lydia Lozano la persona encargada de dar las noticias. A buen seguro, esta fórmula arrasaría en audiencias porque encajaría con la línea de la cadena, con eso que llaman 'televisión transversal' que, en el fondo, es atrapar al espectador con un imparable carrusel de un imaginario homogéneo.

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