Una infección ha obligado a Andreu Buenafuente a coger la baja de Late Motiv. Así que Movistar Plus ha tenido que buscar maestros de ceremonias "de guardia" dentro de la cantera de cómicos que ya colaboran en el programa.
Tarea no demasiado complicada, pues Buenafuente siempre ha demostrado una inteligente intuición a la hora de rodearse de talento y, no menos importante, otorgar a ese talento el espacio necesario para que brille como merece. Así ha sucedido con Jordi Évole, al que ya pocos recuerdan por su mote de El Follonero, Berto Romero, que estrenará serie propia el próximo año en Movistar+, y Silvia Abril, que ahora arrasa en audiencias entre los tensos fogones de MasterChef Celebrity.
En la ausencia de Buenafuente -vuelve este lunes-, los distintos episodios de Late Motiv han sido comandados por los cómicos Javier Coronas, Berto Romero, Raúl Cimas y David Broncano. El acierto compartido es que ninguno ha imitado el tono del presentador titular y todos han incorporado su personalidad al late night.
Especialmente ha destacado en protagonismo David Broncano. El pachacho ha sido el primer colaborador en llevar las riendas del show en ausencia de Andreu. Es más, es el único que ha repetido en la suplencia varios días y el que ha servido como hilo argumental entre emisión y emisión. En este sentido, el formato ha transformado la baja de Buenafuente en virtud al crear suspense en la introducción de cada programa con un pequeño prólogo. Un vídeo en el que, antes de abrirse el telón del plató, Broncano levanta cierta expectación en un público deseoso de saber quién es el personaje al que le toca presentar.
Llevar el peso principal de una suplencia de tal calado podía ser un regalo envenenado, por aquello de que las comparaciones son muy feas. Pero, desde el minuto uno, este reto se ha traducido en una demostración de inteligencia por parte de David Broncano y del equipo creativo de la productora El Terrat.
Broncano ha hecho suyo el programa hasta mutar Late Motiv en una especie de Millennial Motiv. Ha impregnado al show de su carácter canalla naíf, probablemente secuela directa de formar parte de las primeras generaciones que se educaron en la ESO. Sus entrevistas no llegan al clímax de interés de Buenafuente, ganado con años de experiencia, pero sí cuenta con una apabullante (y tal vez algo inconsciente) intuición que logra sacar un prisma inaudito del invitado.
Aún desconocido para el gran público, Broncano se empieza a postular para escribir un lúcido futuro de la comedia en televisión en España. Ya demuestra cuatro superpoderes en directo: habla el idioma de las nuevas generaciones, no teme a los protocolos de lo políticamente correcto, toma el pulso a la reconocible realidad sin caer en lo manido o evidente y, sobre todo, sabe jugar sus cartas con un olfato imparable.
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