A falta de reality, Telecinco ha decidido duplicar 'Sábado Deluxe' este fin de semana. La edición nocturna de 'Sálvame' tendrá dos entregas, la tradicional en sábado y otra en el horario de máxima audiencia del domingo. Ya esta pasada semana, por la gran nevada y la inevitable suspensión del programa en sábado, la cadena probó suerte con el 'Deluxe' en domingo. El objetivo: frenar el éxito del serial turco 'Mi hija', que sigue la estela de 'Mujer'.
En este curso, Antena 3 ha levantado el vuelo con ímpetu de sus prime time. En parte, gracias a estos culebrones turcos. Aunque también arrasan sus concursos nocturnos y diarios, como 'La ruleta de la suerte' y, especialmente, 'Pasapalabra', que aupa con fuerza la influencia de la cadena. Mientras tanto, Mediaset observa que tiene un problema que le puede llevar a perder su consolidado liderazgo mensual en enero.
Pero la cadena que dirige Paolo Vasile es experta en táctica de programación y ya está moviendo fichas para paralizar la tendencia al alza de su principal enemigo íntimo. Para empezar, Telecinco estrena este viernes lo nuevo de 'Got Talent'. El cazatalentos regresa y se enfrentará a 'El Desafío', un nuevo show de famosos intentando emular hazañas físicas, mentales o las dos cosas juntas. Está conducido por Roberto Leal y participan celebrities como David Bustamante, Aghata Ruiz de la Prada o Jorge Sanz. Es un poco lo que hace Pilar Rubio en su sección de 'El Hormiguero' ejecutando retos de destreza. No obstante, este formato es de la misma productora de Pablo Motos, '7 y acción'. Un concurso que, a priori, lo va a tener más difícil ante el consolidado talent de Santi Millán.
Pero la decisión estratégica que más evidencia que algo está pasando en la competencia televisiva es la de duplicar la emisión del 'Deluxe'. Así habrá 'Sálvame' todos los días de la semana. De lunes a viernes por la tarde, los sábados y domingo por la noche. Da igual que Mediaset pierda el domingo contra la telenovela turca. Así Telecinco evita que la diferencia de cuota de pantalla sea mayor y crezca aún más el enganche del público con el serial de Antena 3. Y es que aún no cuentan con un formato de tele-realidad potente para rivalizar en esa franja. Al menos mientras llega lo nuevo del fenómeno joven de infieles en 'La isla de las tentaciones', otra entrega del flojo 'La casa fuerte' o el infalible 'Supervivientes'. La emisora necesita un 'Gran Hermano' potente que sirva de generador de tramas y personajes novedosos a una parrilla que ya se le empieza a agotar el universo de celebridades de 'mujeres y hombres y viceversa y cualquier reality', tan exprimidas en los últimos años. Necesitan 'savia nueva'. O, en su defecto, otro golpe de efecto con Isabel Pantoja, que eso parece que no dejará de ser tendencia en España en un largo tiempo.
En una época que el espectador necesita un entretenimiento positivo que le evada de la tensa realidad, Antena 3 gana posiciones con una programación que ha encontrado un filón en los participativos juegos luminosos que, a la vez, aupan el interés por los informativos. 'La Ruleta', 'Mask Singer', 'Tu cara me suena', 'Quién quiere ser millonario' y, por supuesto, la joya diaria de 'Pasapalabra' que lejos de desgastarse por su veteranía ha heredado el fervor que atesoró en Telecinco.
Y, entre tanto, la parrilla de Telecinco empieza dar tumbos porque la competencia lo está haciendo bien. Antena 3 está estructurando su parrilla con ejes que pueden abrir hueco a nuevos formatos que debiliten aún más las citas diarias del canal principal de Mediaset. Ahí es donde Telecinco tendrá que plantearse que quizá no basta con repetir lo mismo, hay que aderezar lo mismo testado con lo inesperado de lo nuevo. Eso se consigue invirtiendo en el mercado de formatos, propios o ajenos. La cadena tiene el superpoder que cuenta con un universo único reconocible, pero también tiene que abrirlo para atraer el interés de públicos más allá de su parroquia de fieles. Y, aunque parezca una tontería, amortizar otro día más a la semana el desgastado decorado de 'Sálvame' abaratará grandes costes pero ya empieza a sembrar cierto agotamiento e imagen de decadencia en la percepción del espectador generalista. Que nadie se olvide: la televisión sigue entrando por los ojos.
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