OPINION

El órdago de Sálvame en el fin de año: un sonrojante especial con mucho análisis televisivo

Jorge Javier Vázquez o lo que viene a ser perder los pantalones en Nochevieja.
Jorge Javier Vázquez o lo que viene a ser perder los pantalones en Nochevieja.
Jorge Javier Vázquez o lo que viene a ser perder los pantalones en Nochevieja.
Jorge Javier Vázquez o lo que viene a ser perder los pantalones en Nochevieja.

Hubo un tiempo en el que los especiales de Nochevieja eran en riguroso directo. Todos los artistas juntos, en Prado del Rey, para asistir a una velada conducida por Concha Velasco. El directo, de aquellos años ochenta, permitía el gancho inicial de presentar a todos los artistas al unísono, no como en la actualidad que cada actuación se suele grabar en días diferentes. Nada más comenzar la gala, cantantes, humoristas y contorsionistas entraban al Estudio 1 como si de jugadores de un equipo de futbol se tratara. La apoteosis inicial era adictiva.

El otro factor que aportaba el directo era el nervio, que se transmitía en pantalla. Todo es más imprevisible cuando el programa se realiza sin red... y sin edición de postproducción.

Telecinco, en este paso del 2017 al 2018, ha recuperado esta tradición. A su manera, claro. No obstante, es la cadena perfecta para ello, pues lleva años como emisora generalista con más horas en directo. Y ha comenzado el año con un especial de su reconocible Sálvame. "Qué poco originales", dirán los críticos. "Más de lo mismo", sentenciarán. Pero, la realidad, es que no habrán visto el programa, porque a nivel televisivo ha sido un formato bastante ejemplar en planificación. Una propuesta que ha actualizado los clichés de los especiales navideños. 

A priori parecía lo típico: los colaboradores de Sálvame versionando canciones míticas, las de siempre, que si un tema de Abba, que si 'A la sombra de los pinos'. Otro Telepasión, vamos, pero ahora con la gente de Sálvame. Pero quizá, por fin, Telecinco ha aprendido la lección y se ha percatado de que las canciones no deben de ser desagradables de escuchar. Y se ha optado por un mix: sus colaboradores "cantan" con artistas que tienen cierto vínculo con la canción.

Así María del Monte ha cantado junto a Belén Esteban y cía su 'A la sombra de los pinos'. O Marta Sánchez ha interpretado sus 'Soldados del amor' junto a Terelu. Este desfile de actuaciones, entre cantantes reales y esperpentos reales, se ha montado en formato videoclip, así luce más, y es ideal para crear risas y memes en la era de las redes sociales -pena que Mediaset siga dando la espalda a Youtube, donde estos vídeos triunfarían y harían publicidad extra a su surrealismo-.

Aunque lo inteligente de la propuesta ha estado en que el espectador, a la vez que veía el videoclip de la versión de la archiconocida canción, podía ver en pantalla una ventana con el sonrojante plano de reacción de los colaboradores. Un ingrediente que hace más poderoso un especial en directo que ha logrado contagiar el cierto caos de fiesta imparable, definiendo muy bien la locura de la Nochevieja... y de Telecinco.

Terelu viéndose junto a Marta Sánchez cantando 'Soldados del amor'
Terelu viéndose junto a Marta Sánchez cantando 'Soldados del amor'

Porque la edición de Nochevieja de Sálvame, Sálvame Stars, ha sido un caos. Pero un caos inteligente: el equipo ha diseñado muy bien el formato en directo, siendo la única cadena con insistentes planos del ambiente de la Puerta del Sol -que calentaban la expectación por las uvas-.

Constantes conexiones con el balcón -donde se encontraban Terelu Campos, Mila Ximénez, María Patiño, Kiko Hernández y Lydia Lozano, encargadas de retransmitir las campanadas- e incluso creando tramas tontas antes de que suenen los cuartos, como mostrar a Lydia Lozano en las bambalinas de Sol histérica porque no encontraba los zapatos con los que debía salir a escena. Muy Sálvame. También grabando a los colaboradores en la forma que se comían las uvas, para emitirlo después. Muy Sálvame. En Telecinco no desaprovechan nada.  

La Nochevieja se ha Salvamizado, pero lo ha hecho haciendo al público participe de la locura. Al final, el elenco de personajes de Sálvame son muy reconocibles por parte de un espectador fiel y ahí estaban compartiendo la Nochevieja sin demasiados complejos en directo. Lo hacían, además, animando al público a mandar sus fotos de la celebración del cambio de año, muchas se emitieron antes y después de las campanadas.  La audiencia se podía ver en "su" Telecinco.

El plano de reacción de los colaboradores de Sálvame viendo a Jorge Javier desnudo.
El plano de reacción de los colaboradores de Sálvame viendo a Jorge Javier desnudo.

Al final, el equipo de Sálvame, desde su identificable plató -engalanado para la ocasión-, ha intentado hacer una alternativa muy viva para una Nochevieja en la que ya están muy vistos los especiales de refritos, las galas con un artificial desfile de actuaciones sin ningún guion cohesionador y los cebos con el vestido sin tela que se pondrá Pedroche.

¿Le saldrá bien la estrategia a Mediaset? Eso sí, por si acaso, después de las uvas el maestro de ceremonias, la Concha Velasco de Telecinco, Jorge Javier Vázquez, con su humor de siempre, se metió demasiado en el papel de la fiesta de Nochevieja -quizá demasiado- y acabó bailando en paños menores. Rozó lo grotesco, sí.

Pero él puede, porque se ha ganado ser uno más de la familia y así se despidió de su público, dando gracias "a la familia". Lo hizo al terminar un especial delirante pero con mucha sagacidad: la televisión que no sabes si es esperpéntica, perturbadora o entrañable. O las 3 cosas juntas.

Salvame brindando 2018
Telecinco empezó siendo Telecinco.
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