“En El Príncipe todo acaba en agua salada: en lágrimas… o en el fondo del mar”. Esta es la frase clave del primer episodio de El Principe. Se trata de la gran nueva apuesta de ficción de Telecinco, que discurre en el conflictivo barrio fronterizo de la ciudad de Ceuta y que narra como Javier Morey, un joven inspector de policía, viaja a Ceuta para hacerse cargo de una comisaría. Aunque, en realidad, es un agente del CNI enviado para investigar a los propios agentes.
El propio Paolo Vasile, Consejero Delegado de Mediaset España, ha reconocido que Antena 3 se ha ganado un clima de confianza previo a sus ficciones que ya no cuenta su cadena. Sin embargo, ahora Telecinco quiere demostrar que, más allá de comedias y tras años centrando esfuerzos en realities y magazines, puede seguir siendo la puntera factoría de ficción que fue.
Lo intenta con esta historia, protagonizada por Jose Coronado, Álex González, Hiba Abouk y Ruben Cortada, que es una evolución madura y cinematográfica de la esencia de El Comisario, Motivos Personales y Sin tetas no hay paraíso.
Una producción ambiciosa, con un primer capítulo que se sustenta en cinco armas para conseguir el éxito.
UNO. Acción policíaca... con flechazo.
El Príncipe arranca mostrando un abanico de personajes donde todos tienen algo que ocultar. Es más, nada más llegar a la comisaría Morey (Álex González) reabre el caso de la desaparición de un chico de quince años, Abdu. Pronto el inspector comienza a intuir que Fran (Jose Coronado) y los suyos, que no se han hecho nada para investigar el caso, saben más de lo que dicen. El suspense envuelve una trama que va ganando fuerza a través de asequibles escenas de acción.
Disparos, emboscadas, persecuciones, intriga... y un flechado de amor (prohibido) son ingredientes de El Príncipe. Porque, en estas series, no puede faltar un romance entre guapos. De esta forma, también se logra arañar un target más femenino en un producto que es muy masculino. Y en esto el casting de El Príncipe está muy medido, pues cuenta con la galería de personajes elegidos para conectar con la complicidad de diferentes sectores del público. Desde el atractivo agente infiltrado Javier Morey (Álex González) hasta el contrapunto del narcotraficante seductor Faruq (Rubén Cortada). Sin olvidar, a la bella de película, Fátima Hiba Abouk, musulmana que lucha desde su trabajo como maestra por apartar a los jóvenes de la delincuencia del barrio.
DOS. Luz, luz y más luz.
La luminosidad en televisión es importante para frenar la fuga de espectadores. Y esta serie parece obsesionada en encontrar el color más resplandeciente en cada plano. Espectaculares son las imágenes aéreas del barrio. El resto lo pone la postproducción digital, ya que por las complicaciones de rodar en un lugar tal difícil, y con el fin de simplificar el diseño de producción (y para hacer asequibles sus costes), se tomó la decisión de recrear en Madrid parte de la barriada en un plató. Stargate Studios, responsables de series como The Walking Dead, Pan Am o Revenge, han realizado los fondos escénicos a través del sistema de sobreimpresión sobre chroma.
Un equipo de Stargate Studios viajó a la ciudad para grabar todos los escenarios en 360°. Gracias a su tecnología, consiguen que los personajes caminen, circulen o patrullen por Ceuta estando, en realidad, en un estudio de Madrid sin nada a sus espaldas. Con El Príncipe la prueba ha sido superada, los chromas no chirrían tanto como otras veces. De esta forma, la ficción gana factura internacional aunque sin perder la identidad española con su tradicional taberna de barrio (no podía faltar).
Tres. La ropa, fuera.
En El Príncipe también se mantiene la vieja estrategia de desnudar (gratuitamente) al reparto para subir el share. Ahí la serie no decepcionará, con Álex González y Rubén Cortada demostrando sus horas de gimnasio. También algunas chicas. Además, González revelará su buen estado físico para defenderse de sus enemigos.
CUATRO. El guion y la interpretación.
La premisa de las tramas se ha inspirado en noticias reales. De hecho, la idea original surgió a partir de una información de 2008 en la que se informaba de que el CNI estaba reclutando policías locales como informadores dentro de comunidades de difícil acceso. No obstante, esta serie cuenta con un riesgo añadido: se atreve con una historia de continuidad de espionaje y terrorismo que se desarrolla fuera de la prototípica ciudad, lo que la transforma en un un thriller distinto.
El espectador podrá jugar desde casa a adivinar y también a descubrir un barrio real, tan magnético como extraño. Al mismo tiempo que, además, los actores deberán dar credibilidad a sus complicados personajes, con todos sus claroscuros y sus peculiaridades raciales. Todo un reto interpretativo.
CINCO. El evento de marketing.
En Telecinco son expertos en crear acontecimientos mediáticos que convierten un estreno puntual en un evento de masas. El grupo Mediaset lleva varios días lanzando impactos constantes sobre su nueva ficción en todas sus ventanas. Incluso han realizado un pase como si se tratara de una entrega de premios de Hollywood. Sucedió el jueves en el Cine Callao. La audiencia potencial de Telecinco ya sabe que mañana debe ver lo nuevo de Coronado y para impulsar aún más la estrategia de marketing los responsables de la cadena han ideado emitir El Príncipe simultáneamente en seis de los canales de Mediaset España: Telecinco, Factoría de Ficción, Divinity, Energy, LaSiete y Nueve. Sólo Cuatro y el infantil Boing se libran. Así El Príncipe logra otro impacto publicitario más, el que da el titular en todos los medios de 'estreno multicanal sin precedentes en España'.
Es la gran oportunidad de Mediaset para recuperar la complicidad del público en ficción. Y es que El Principe ha llegado dispuesto a recordar que en Telecinco también se pueden consumar series ambiciosas, a tono con los tiempos que corren.
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