ANÁLISIS

El show de entretenimiento salvará la televisión de sábado noche

'Noche de fiesta' es historia, pero no otros tipos de programas de entretenimiento. 

''Martes y 13', maestros del entretenimiento, tuvieron su propio show semanal en los sábados noche de La 1 de TVE.
''Martes y 13', maestros del entretenimiento, probaron su propio show semanal en los sábados noche de La 1 de TVE.
Borja Terán

Una de las grandes cualidades de la televisión es el poder de romper con la rutina. Esta baza la juegan actualmente con destreza las plataformas de televisión bajo demanda, que saben la importancia de lanzar nuevas producciones en viernes o cuando llegan las vacaciones. También esta cualidad ha sido aprovechada habitualmente por la televisión tradicional. De ahí que los viernes y los sábados se indagara en otro tipo de contenido de entretenimiento que permitiera desengrasar al espectador de la actualidad semanal. Al menos un poco.

Sin embargo, en los últimos tiempos, la televisión del fin de semana se parece cada vez más a los programas de diario. Se trata de un síntoma consecuencia de un tiempo en el que se busca abaratar costes sacando más partido a dinámicas que ya funcionan. De hecho, hay programas de debate o del ámbito del magacín que son más sencillos de producir que otros géneros. Incluso más rentables económicamente que pagar por los derechos de la lata de emisión de una película.

Hay ejemplos claros. 'La Sexta Noche' ha afianzado un prime time competitivo y, a la vez, muy rentable ya que es una cita identificable que va conectada a la tematización de marca de la cadena como reconocible emisora especializada en política y actualidad. Por su parte, Telecinco sigue una estela parecida: estira su sello propio de dimes y diretes también en el 'Deluxe' del sábado y, en la tarde, hace lo mismo con 'Viva la vida'. De hecho, este programa de fin de semana ha ido mutando de un espacio con contenidos de suplemento dominocal a un 'Sálvame' con sección de sucesos. De esta manera, Telecinco amplía su imagen de canal pegado a la magacín en directo todos los días del calendario. No quiere romper con la rutina, quiere estar constantemente en la rutina diaria de la audiencia. Y sin necesidad de invertir en grandes escenografías o formatos de desarrollo más elaborado.

Mientras tanto, los rivales de estos canales si quieren encontrar influencia real y captar nuevos públicos, especialmente recuperar a los más jóvenes, pero para lograrlo deben optar por la diferenciación contundente. En este sentido, necesitan enfocar bien la premisa de los proyectos a emitir para que no den la sensación de ser batiburrillos de conceptos y, así, visibilizar con claridad una alternativa de contenidos concreta, complementaria, atractiva y relevante. Ahí existe una gran oportunidad para destacar con el género del entretenimiento. Pero no de un entretenimiento cualquiera.

En este 2020, las cadenas no pueden asumir un riesgo invirtiendo en programas de gran (y costoso) formato como aquellos espectaculares '¿Qué apostamos?' en el viernes de La 1 o 'El gran juego de la oca' en los sábados de Antena 3. Aunque sí se puede optar por otro tipo de espacio más manejable, ya sea bajo la fórmula de concurso o comedia de variedades en prime time. . Es una vía de negocio necesaria, que sería un eje de acción muy útil para RTVE en su menester de volver a tener autoridad en el espectro mediático y social.

Un tipo de entretenimiento que marcará la agenda televisiva sí se produce desde un prisma creativo con carácter que atesore conocimiento y descubrimiento. Porque, a veces, se confunde entretenimiento televisivo con fiesta vacía. Error, porque siempre es mucho más poderosa, interesante y atrayente la fiesta que viene con 'chicha' de la que se aprende, ya sea desde la ironía o la imaginación que pilla desprevenido -de ahí que destaque en audiencia tan bien siempre los especiales de 'Cachitos de hierro y cromo', atesoran estas con ingenio estas dotes-. Y es que donde mejor y de forma más integradora se despierta la curiosidad social hacia la cultura y la realidad que nos cobija es a través del show de entretenimiento carismático que, además, funciona porque permite coger aire al espectador en su cotidianidad.  Es la asignatura pendiente de la televisión de fin de semana de hoy que, paradójicamente, también podría ser su salvavidas ante una audiencia que está harta que siempre le cuenten lo mismo y de la misma forma.  Y, por eso mismo, el consumo también desciende.

Mostrar comentarios