OPINION

El terremoto de 'Zapeando': crisis en el programa de La Sexta

Zapeando
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La marcha de Frank Blanco de 'Zapeando' ha sido más ruidosa de lo que se esperaba. El primer error estribó en que el pasado lunes el espectador se encontró con otro programa, completamente diferente, en el estreno de Dani Mateo como presentador de este veterano espacio de tarde de La Sexta.

El ambiente de mesa distendida de amigos lanzando pullas y videos se transformó en una especie de mezcla entre 'Sé lo que hicisteis', 'El Informal' e 'Impacto TV' con la mesa central vacía en la que cada colaborador iba apareciendo en solitario para evidenciar más que el formato había mutado. 

Las críticas en las redes sociales se multiplicaron y, al día siguiente, el programa recuperó la fórmula habitual. El cambio había sido un desastre. Se había desdibujado los personajes ya definidos -como el de Cristina Pedroche, que dejó atrás su lado chistoso para hacer papel de periodista como si esto fuera 'El Intermedio'-

'Zapeando' se había transformado en un frankenstein de varios programa retros, desacompasado y sin gracia. Así que se regresó a la mesa de siempre y, en el centro, Mateo, repartiendo juego como hacía Blanco.

El futuro de 'Zapeando' no pasa por cambiar el programa por completo o terminará cancelado como pasó a 'Sé lo que hicisteis' cuando en sus últimas semanas se convirtió en un bar al estilo Central Perk de 'Friends'. Por suerte, pocos recuerdan aquel desbarajuste. Aunque el porvenir de 'Zapeando sí está en ser más osado en sus colaboradores y que Dani Mateo se lo lleve a su personalidad paulatinamente. No mutándolo en un late night en el primer día.

La baja de Ana Morgade ha sido otro golpe para este show. Y quizá se debería potenciar a Anna Simon, que era la presentadora sustituta lógica. Ella conecta con el público del programa. Un formato que debe ser más gamberro si quiere seguir siendo joven.

Porque, al final, la crisis de fondo de 'Zapeando' tiene mucho que ver con que se ha convertido en un contenedor promocional de contenido de Atresmedia. Lógico, pero se puede retroalimentar la programación con las apuestas del grupo de una forma más orgánica. ¿Cómo? Siendo más traviesos. O les irá comiendo más el terreno 'Todo es mentira' -ya lo está haciendo-, un formato con peor guion y más caótico pero, justamente, eso mismo le ayuda: transmite ser más imprevisible.

'Zapeando' se ha torcido en repetitivo. Ahora necesita tiempo para engrasar a su nuevo presentador, margen para incorporar nuevos colaboradores a la mesa y, además, debería relajar todos sus protocolos para contagiar más verdad. Porque empieza a ser difícil identificarse con esta reunión de amigos con silencios incómodos, pues están más tensos que relajados.

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