18 de diciembre de 2017. @SirCrítico se dirige a la directora de la Academia de 'Operación Triunfo' por Twitter: "@NoemiGaleraN, creemos que Aitana se ha dejado encendida la plancha en el baño". Al rato, Galera responde: "Muchas gracias, así era". Las redes sociales cobraban sentido: el espectador se sentía útil para el programa.
Un simple tuit que, sin embargo, se ha convertido en histórico porque desde su sencillez representa la televisión literalmente participativa. El espectador es escuchado e incluso contestado.
Pero no es tan habitual como debiera. Las cadenas de televisión se han obsesionado con ser trending topic para fardar de número de comentarios pero, en realidad, no suelen utilizar el potencial de las redes sociales para implicar de verdad a esa audiencia activa en sus formatos. Quieren que comenten, sí, pero a veces parece que pasan de sus opiniones. Como si sólo se quisiera provocar que se hable mucho para, después, celebrar que un programa suma más tuits que su rival.
Sin embargo, las redes sociales son la antítesis del uso unidireccional, su función es conectarnos. Una realidad que 'Operación Triunfo' ha entendido a la perfección. También Noemí Galera con su habilidad para atender, responder, explicar, compartir estados de ánimo. Y hacerlo desde su habitual naturalidad constructiva que funciona en cualquier pantalla, ya sea la televisión tradicional o una red social cualquiera.
Así, la directora de casting y de la academia de 'OT' ha captado la esencia positiva de las redes sociales, lo que ha sido crucial para impulsar la experiencia de visionado de 'OT'. Porque cualquier buen programa de televisión necesita un vínculo cómplice entre espectador y los protagonistas del espectáculo.
En 'Operación Triunfo' los alumnos están aislados para vivir al margen del ruido en las redes sociales y poder centrarse en su aprendizaje gala tras gala sin influencias del mundo exterior, pero Galera más allá de quedarse en su papel como jefa de la escuela contó con la intuición de ir transformándose en ese nexo reconocible de unión entre el interior de la academia y la audiencia. Con ella, el público puede hablar y saber que sus propuestas no caen en saco roco. Hasta para frenar un 'incendio' con la plancha de Aitana.
Al final, ese tuit define la sencillez del uso de las redes que, a veces, los protocolos de la televisión de antaño y el márketing clásico complican de más. Porque en las redes no hay que vender sólo ese spam promocional de lo maravilloso que es tu programa o serie, las redes son un ecosistema para vivir como un usuario más que interactúa a través de su personalidad propia. Y mucho mejor si quien interactúa es un prescriptor real. Para qué vas a charlar con una cuenta oficial que es un ente abstracto, cuando puedes seguir, aportar, compartir y sentirte amigo, aunque sea virtual, de Noemí Galera.
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