El pasado viernes, unos señores emulando a obreros de la construcción irrumpieron en el plató de Sálvame. Había que desalojar el estudio. Por fin, se iba a reformar el decorado.
Tras años con la misma y monótona imagen, el plató más exprimido de Telecinco iba a reinventarse. O eso parecía.
Y llegó el lunes. Y los colaboradores del programa, y la presentadora de guardia, Carlota Corredera, aparecieron a las puertas del estudio. Estaban enfundados en un mono de obra. Todo listo para "inaugurar" el nuevo espacio escénico de la tarde de Telecinco.
A las puertas del plató número 1 de Mediaset, carismáticos colaboradores como Mila Ximénez, Kiko Hernández o Terelu Campos aguardaban el gran cambio de look del programa. Quizá un antes y un después. Tal vez un salto sin retorno en el universo de la escenografía televisiva.
Pero no, al encenderse las luces: el plató estaba igual. Misma pantalla, mismas gradas, mismas escaleras, mismos sofás, mismo suelo...
Sólo han variado las ilustraciones que vestían las paredes, que han sido modificada para ser coherentes con la nueva línea gráfica de los rótulos y sintonía, que es lo único que ha variado. De hecho, la reconocible canción de Sálvame ha estrenado versión a cargo de La Casa Azul.
Pero el resto del plató sigue igual, como siempre. Tanto que el público fiel del programa sólo habrá notado el cambio porque los protagonistas del formato se lo han dicho.
Una vez más, queda plasmado el arte de Sálvame a la hora de crear acontecimientos de la nada. Son capaces de alimentar horas y horas de televisión con la especulación efímera. Y eso mismo han hecho con las obras de su decorado que, al final, no han sido para tanto.
Así es la era de lo que llaman post verdad. En realidad, Sálvame no ha estrenado nueva escenografía. Sólo ha cambiado unos dibujos de las paredes, pero han conseguido que lo parezca debido a su insistencia al repetir que inauguran un nuevo estudio. Incluso, al encenderse las luces, los colaboradores han ovacionado al remozado lugar ante los ojos de un espectador atónito al no vislumbrar diferencias reseñables.
Pero el rótulo, bien en grande, rezaba en emisión "Día histórico, hoy estrenamos nuevo plató en Sálvame". De tanto repetirlo, al final, se ven nuevos platós donde, en verdad, está lo de siempre. Sintomático del tiempo en el que vivimos.
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