OPINION

Eurovisión Junior: la lección que ha dado Melani García a los adultos del Eurovisión de siempre

Melani Eurovisión
Melani Eurovisión

La inconsciencia infantil a veces logra una seguridad que no consigue la experiencia adulta. Y Melani García no sólo ha brillado en Eurovisión Junior quedando en tercera posición con Marte, también ha dado una lección a las últimas candidaturas españolas del Eurovisión adulto: la coherencia.

No se ha disfrazado a Melani de lo que no es. Como sí pasó, en mayor o menor medida, con Miki, Alfred, Amaia o Manel Navarro. Con Marte, se ha diseñado una propuesta sólida, con envoltorio impecable, centrando la escenografía, la luz y la realización en el talento de la niña, en su capacidad vocal y en el mensaje ecologista que se ha querido lanzar con la canción.

No se ha recargado la puesta en escena hasta desvirtuar a la artista, ni se han tomado decisiones arbitrarias para reforzar una supuesta espectacularidad -como le sucedió a Miki en este año-. Simplemente, el escenario de 'Eurovisión Junior' se ha transformado en un gigante mar de peces y plástico que envolvía, acompañaba y resaltaba a Melani. Pero, para no despistarnos en ese escenario enorme, se ha subido a la pequeña artista en una plataforma que focalizaba todo en ella. De esta forma, Melani se ha hecho más grande en un lugar bien delimitado y no ha quedado diluida por el grandilocuente set.

Y Melani ha salido a esa palestra con una profesionalidad apasionante y contagiosa. No ha cantado Marte, ha interpretado Marte. Con una sonriente seguridad que atesora una de las principales habilidades para traspasar la pequeña pantalla: saber mirar a cámara. Melani no ha dejado de comunicar durante su canción. Siempre teniendo muy claro el objetivo del camarógrafo que no debía perder de la vista para dirigirse de tú a tú al espectador y encontrar su complicidad. Este es un detalle decisivo para cualquier buen musical en televisión, que ella ha logrado como si nada. 

Melani Eurovisión
Melani en un momento de la actuación.

En este sentido, también ha sido un acierto que Melani empezara cantando sentada de espaldas al público. Se dio la vuelta al escenario para que la representante española tuviera como fondo el alumbrado de las linternas de los móviles de la audiencia.  Así, aunque la propuesta escénica era sencilla, se ha dado diversidad de posiciones y planos a la realización del relato de Marte, enriqueciéndolo. Pero sin quitar el ojo a Melani, que todo el rato mantenía la actitud con relajada firmeza a cámara, al espectador.

Melani en Eurovisión en el arranque de la actuación.
Melani en el arranque de la actuación.

A veces, menos es más. Y más es más cuando las ideas no dan tumbos, sino que se dirigen todas hacia lo que se quiere contar y transmitir. En este caso, ha estado clarísimo. Y la propuesta de Melani, dentro de la mayor sencillez de 'Eurovisión Junior', ha recordado que para que la música brille por televisión, lo importante es que la historia del mensaje cale con firmeza. Luego, puedes ganar o no o gustar más o menos, pero el mayor logro de Melani, de TVE y su equipo ha sido presentar una candidatura rotunda, sin fisuras, segura de sí misma en escena. Y así hay poco margen para debates, críticas, dimes, diretes y eurodramas. Solo para el trabajo bien hecho.

@borjateran

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