ANÁLISIS

'Hormigas Blancas': el final de un programa que siempre vuelve

Carlota Corredera en Hormigas Blancas.
Carlota Corredera en Hormigas Blancas.
Borja Terán

'Hormigas blancas' ha cerrado este domingo su etapa de resurrección de Telecinco. Carlota Corredera ha sido la presentadora de este espacio que ha intentado hacer que parezcan nuevos documentales que ya habíamos visto. Porque este 'Hormigas blancas' no ha dejado de ser un revival del viejo 'Hormigas Blancas' (2007) que también hemos visto en las primeras temporadas de 'Huellas de Elefante' de Telemadrid, de la misma productora -La fábrica de la tele ('Sálvame', 'Todo es mentira').

Por eso deben decir aquello del pasado siempre vuelve. O siempre se repone. Porque se podría decir que este programa es el arte de reutilizar el mismo trabajo de hemeroteca. De hecho, el grueso del documental en muchos casos se podía ver tal cual antes en Internet sacado de otras emisiones. Para actualizar el tema, simplemente se han incorporado algunos añadidos de actualidad, menos documentados, que son igual que un vídeo rápido de 'Socialité' o 'Sálvame'. Perfecto para rellenar un horario de máxima audiencia a muy ajustado coste.

La destreza del formato está en ir fragmentando un documental que es complicado a nivel televisivo pues se sustenta sobre todo en recortes en papel de revistas del corazón. Faltan imágenes televisivas de archivo. Da igual, el trabajo documental enlatado se va partiendo para ir enriqueciéndolo con el frenesí del debate en plató, que es lo que realmente sustenta el interés del show.

Telecinco vive de la percepción de cadena en directo, y los documentales crecen si se les da un toque de acontecimiento en vivo. Aunque, realmente, el programa esté grabado desde hace unos días. Pero no se nota. 

Además, el actual prime time es muy largo y para alargar el relato se ha sabido dinamizar el programa con píldoras que va contando Nuria Marín, que han funcionado muy bien para desengrasar. El acierto añadido de Marín es que no se queda en mera lectora del guion y va metiendo morcillas que dan cierta naturalidad extra al texto de guion. Siempre con un punto de ironía.

El guion es uno de los fuertes de 'Hormigas blancas'. Da un toque de modernidad a lo rancio, actualiza lo 'inactualizable', trae el presente lo que ya hemos visto. Visto muchas veces. Desde luego que en Telecinco y la productora La fábrica de la tele son expertos en vender como nuevo las mismas historias de siempre. Quizá es el momento de buscar nuevos protagonistas de este tipo de programas, pues la nostalgia del glamour ya no es la misma que hace una década. Ni siquiera que hace dos años. La nostalgia cada vez caduca antes, aunque cierto es que hay personajes que quedarán para siempre. Algunos de ellos, por cierto, jamás han tenido un prime time. Porque siempre nos solemos quedar en lo probadamente infalible con todo lo infalible que nos queda con probar...

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