OPINION

Javier Valero: así desmonta los clichés del flamenco (y de Canal Sur)

Javier Valero
Javier Valero

El talent show de Canal Sur, 'Tierra de Talento', ha descubierto a Javier Valero. Pero este joven bailaor no es un concursante más, incluso ha trascendido a la audiencia habitual del canal autonómico andaluz. Lo ha logrado por su capacidad de bailar con el mantón y la bata de cola. Sí, porque un hombre también puede mover con arte una bata de cola. 

A sus 14 años, Valero está desarmando la ataduras de los clichés del sexo en el flamenco.  De hecho, su talento en escena recuerda que las posibilidades artísticas están por encima de cualquier género. 

Ya en su primera aparición televisiva, el jurado del programa, compuesto por el barítono Carlos Álvarez, la cantante Pasión Vega, el cantaor José Mercé y el violinista Jesús Reina,  se quedó seducido con la propuesta y encendió todas las estrellas de la mesa en la que los jueces miden si aprueban o suspenden los participantes en el show.

Y, esta semana, Valero ha regresado al plató de Canal Sur. Esta vez, incorporando su destreza con los abanicos. Mercé ha sentenciado: "ha vuelto a enloquecerme, superas lo que hiciste el otro día". 

Sin embargo, hace sólo unos años, muy pocos años, esta pequeña gran revolución hubiera sido mirada con cierto desdén y hasta desprecio desde una sociedad tan conservadora con las tradiciones.

Ahora, en cambio, se aplaude la libertad de Valero gracias a un Canal Sur que desde sus orígenes no ha desvirtuado su función de cadena autonómica que retrata y preserva la cultura autóctona con una perspectiva social e histórica que, además, a la vez, muestra, en este caso, la evolución real del flamenco desde un formato de entretenimiento. Porque Canal Sur también tiene que luchar contra su propio prejuicio, que predican los que no lo suelen ver.

Aún en estos tiempos, la propuesta artística de Javier Valero es valiente. E ilusionante. Nadie le tiene que decir cómo debe bailar por su sexo.

Pero, sobre todo, es una prueba de que avanzamos hacia un futuro en el que los niños podrán mostrarse y expresarse como quieran y sientan, también en la tele y ante una audiencia masiva. Sin temor a ser diferentes, a romper esquemas, a enfrentarse a miradas que desaprueben su arte. Al fin y al cabo, eso es el arte: desafiar. Desafía para seguir emocionandonos.

@borjateran

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