OPINION

Jesús Cintora regresa a Cuatro a medio camino entre Jordi Évole y Gloria Serra

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Triunfaba en audiencias en Las Mañanas de Cuatro. Pero, a pesar de su éxito, la dirección de la cadena decidió fulminarlo. Ahora, Jesús Cintora ha regresado. Mismo canal, diferente formato. Cintora a pie de calle es la nueva apuesta, otra vuelta de tuerca al género del reporterismo ilustrado. Aunque da la sensación de que este espacio llega tarde a nuestra televisión. Parece ya visto antes. Y con mejor producción visual.

Porque el nuevo programa de Cuatro es una especie de mezcla de Salvados de Jordi Évole y Equipo de Investigación de Gloria Serra (en la manera de colarse en sitios y preguntar), pero con una realización más guerrillera. El programa, por momentos, parece un reality que incluso descubre al equipo que graba al programa, al estilo del concurso Lo sabe no lo sabe. Vemos a los cámaras, la pértiga con el micrófono en lo alto... Esa es la principal diferencia, Cintora a pie de calle intenta enseñar las parafernalias de un rodaje para dar un toque de televisión más viva. Está pasando lo estás viendo.

Y en eso consiste: Cintora en busca de la noticia sin intermediarios y en contacto con la gente de la calle, con la que realiza corrillos participativos. ¿Alguien ha cobrado en dinero B? ¿Cuántos años has cotizado? Son algunas de las preguntas que suelta a los peatones, pero también a representantes de la prensa o política. El espacio tiene la habilidad de saltar, con una agilidad encomiable, del género del reporterismo a la mesa convencional de debate (ya sea rodada en un bar o en un loft, con Madrid atardeciendo al fondo).

Cuatro sigue en su obsesión de impulsar su imagen de canal como la emisora de los reporteros por excelencia. No obstante, fue la cadena pionera a nivel nacional con Callejeros. Si bien, en factura visual incluso el reporterismo de este tipo ya ha evolucionado hacia otras narrativas audiovisuales que no demuestran estas producciones de Mediaset, más estancadas. Al menos, visualmente.

Tampoco ayuda el retorno de Cintora en otro registro. Con su personalidad de siempre, pero menos venido arriba que en las matinés de Cuatro. Su habitual nervio no se contagia en este formato, tal vez por ser un espacio grabado y editado que no da tiempo a pasiones desorbitadas. Un programa en el que seguramente sucedan las cosas de forma más espontánea de lo que parece, pero que en su primera edición todo se ha sentido demasiado prefabricado y preproducido.

¿Periodismo o show? ¿O las dos cosas juntas? La principal baza de Cintora a pie de calle: su presentador, que moviliza a fieles y redes. La primera emisión ha aprobado con un 8.6 por ciento de cuota de pantalla y 1.564.000 espectadores, aunque sin lograr traspasar la barrera del diez por ciento de share, que tan holgadamente superaba Cintora en la mañana. Esto es otra franja con otro tipo de competencia, esto es un programa con menos pasiones que un debate matinal pegado a la frenética actualidad en vivo y en directo.

@borjateran

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