OPINION

José Luis Moreno: lo que ha aportado (bueno) a la historia de la televisión

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José Luis Moreno ha vuelto a TVE con polémica. Su Alfombra Roja no gustó. Nada. Fue un caos de producción y guion que, esta noche, vivirá su segunda oportunidad.

El controvertido empresario, ventrílocuo y cirujano produce para La 1 esta resurrección del formato que tan bien le funcionó durante 30 años, con programas como Entre Amigos, Risas y estrellas o el recordado Noche de Fiesta.

Pero, atrevámonos a reconocerlo, en su época dorada, José Luís Moreno ejecutó las varietes televisadas como pocos. Él mezcló a la perfección música, chascarrillos, desfiles y mogollón de figurantes en escena ansiosos por aplaudir. Ingredientes infalibles que, por cierto, las otras productoras que intentaban copiar la fórmula casi siempre acababan olvidando. Y, claro, nadie con un sarao de estas características alcanzaba los buenos shares de las galas de Moreno.

Incluso Noche de Fiesta llegó a tener un clon en Perú. Se llamaba Noche de Estrellas y era un show que imitaba al original hasta en el logotipo “estilo WordArt” o en las presentadoras repollo, que posaban, “brazos en jarra”, delante de una pared de monitores, siguiendo la escuela de Juncal Rivero.

¿QUÉ APORTÓ BUENO?

Y es que, guste más o menos, José Luis Moreno también aportó cosas buenas a una determinada época televisiva: las galas imprevisibles, en las que todo parecía que podía suceder.

Y, para transmitir esa sensación en el espectador, tuvo la 'visión' catódica de llenar el escenario de ruidosa gente. De hecho, llegó a incorporar hasta varios tipos de ballets en escena (moderno, flamenco ...), hordas de modelos y legiones de músicos. El escenario estaba lleno de personas, como si fuera una fiesta real, en programas que principalmente se hacían en directo.

Ese era otro as en la manga: el directo. Realizar el show en vivo otorgaba un nervio extra al sarao, que se contagiaba al público en casa. Incluso se escuchaba como los operarios montaban y desmontaban los decorados de los teatrillos.

Porque, en sus programas de variedades, incorporó unos teatrillos, que eran, en cierto sentido, precursores de la esencia de Aquí no hay quien viva. Por aquel entonces, los guiones de estos sainetes enganchaban al espectador. Tenían píldoras identificables para una audiencia de una época que buscaba la evasión en una verbena disfrazada en un glamour de Casino de extrarradio.

Las galas de Moreno, además, servían como punto de encuentro de artistas de renombre, justo lo que faltó en el primer Alfombra Roja (exceptuando a Marta Sánchez) y hasta se lograban puestas en escenas modernas para su época. El equipo técnico de TVE ponía talento para que, a nivel de realización, saliera un gran espectáculo a nivel visual. Porque Noche de fiesta estaba bien realizado visualmente.

Los tiempos han cambiado. Y el primer Alfombra Roja salió mal. Muy mal. Eso sí, aunque hubiera salido bien, ya existía un clima de indignación en las redes social contra el programa.

TVE necesita realizar grandes espectáculos de entretenimiento. Pero debe crearlos, claro, con calidad, instinto de nuestro tiempo y de forma más vanguardista. Pero, incluso para ese espectáculo vanguardista, los creadores de la televisión de hoy también habrán aprendido algo del legado de José Luis Moreno. No lo reconocerán nunca, por todo lo que rodea a la imagen de este productor, pero lo que es cierto es que Moreno ha sido uno de los que mejores exponentes españoles de la gala de varietés por excelencia. Con sus globos de colores, sus acuáticas fuentes ornamentales en el fondo del escena, sus motoristas entrando a plató, sus caballos bailarines, sus lluvias de confetis, sus aplausos histéricos, sus contorsionistas internacionales y , sobre todo, sus muchas, muchas, risas y estrellas.

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@borjateran

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