ADIÓS A UN CLÁSICO

Juanjo Cardenal, mucho más que la voz de 'Saber y Ganar'

Juanjo Cardenal en su despedida en 'Saber y Ganar'
Juanjo Cardenal en su despedida en 'Saber y Ganar'
La 2

Juanjo Cardenal emprende el viaje a su jubilación. Las próximas semanas serán sus últimas entonando las preguntas de 'Saber y Ganar' y, el pasado miércoles, el programa de La 2 ha desarrollado un programa especial homenaje a la que ha sido su voz desde el origen. Es lo que hace grande al concurso creado por Sergi Schaaff y presentado por Jordi Hurtado: no sólo es un juego, es un programa de autor que maneja a la perfección la emoción en televisión, esa emoción que genera un vínculo familiar entre espectadores y programas, esa emoción que hace que el concurso no sea repetitivo aunque lleve casi tres décadas en emisión.

'Saber y Ganar' tiene un ADN especial. Incluso artesanal en concepto, guion y desarrollo. Lo que le otorga un alma única que lo aleja de cualquier parecido a una franquicia televisiva y lo acerca a una todopoderosa implicación con su audiencia.

Por eso mismo, no se puede catalogar a Juanjo Cardenal simplemente con el término de la voz en off del programa. El acierto de 'Saber y Ganar' está en que ha sabido aprovechar el carácter del curtido Cardenal. No sólo pregunta, participa como un protagonista más del espacio. Tanto que arropa al concursante con una conchabanza que evidencia que le afecta cuando fallan y celebra cuando aciertan. Hasta, a veces, se resigna si hace falta. La voz no es robóticamente perfecta, la voz es una persona que siente, que traspasa la pantalla. Aunque no le veamos.

También funciona su sintonía con Jordi Hurtado. Cardenal está a la altura de copresentador. Conversan, se pican, son amigos. Es rápido de reflejos para incorporar su mirada a la grabación. Cardenal sabe salirse del guion con inteligencia. De ahí que no sea simplemente una voz carismática, es una persona carismática.

Esta semana, en el programa en el que se ha anunciado su marcha y quién le sustituirá, 'Saber y Ganar' de nuevo ha sido creativamente hábil y ha roto sus propias dinámicas para incorporar una pantalla partida. Así, por primera vez, hemos podido ver como Cardenal leía las preguntas mientas contestaba el concursante. La imagen no ha decepcionado. Pura expresividad a la hora de mirar, contar y apuntarse en el guion, veloz, si era correcta o incorrecta la respuesta. Porque la expresividad de la voz se construye con la fuerza corporal. 

Ahora se marcha de 'Saber y Ganar', el concurso más longevo de la televisión, su autenticidad va a ser complicada de sustituir. Y en el programa lo saben. Como consecuencia, de nuevo, no han buscado una voz. Han incorporado a una querida y experimentada presentadora con carácter. Elisenda Roca vuelve a la franja donde triunfó con 'Cifras y Letras'. Ya se han hecho el traspaso de poderes. El acierto es que son dos perfiles muy diferentes, pero que atesoran misma cualidad en común: no son lectores de guion, son amantes de la comunicación en su máxima expresión, esa expresión que se sustenta en la curiosidad de mirar bien la vida para poder retratarla. 

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