ANÁLISIS

La debilidad de 'Supervivientes 2021'

Telecinco ha logrado un modelo de negocio con una audiencia muy fiel, pero no es suficiente para generar un fenómeno comercial competitivamente transversal.

Tom y Melissa, concursantes de 'Supervivientes'
Tom y Melissa, concursantes de 'Supervivientes'
Telecinco

La fidelidad siempre es un valor. También en televisión. De hecho, es una de las fortalezas de Telecinco. La cadena principal de Mediaset atesora una audiencia bastante fiel, que da una oportunidad a su oferta prácticamente pongan lo que pongan. Es más fácil estrenar un espacio en el contexto de Telecinco que en otro canal. 

Desde finales de los noventa, la habilidad de Telecinco estuvo en estructurar una programación con un orden muy estable en sus franjas diarias. Así se fue sembrando una rutina en el público. Sintonizar Telecinco es sinónimo de compañía en directo. Todo arrancó incorporando un competitivo matinal de autora y un reconocible late night gamberro. 

Lo que empezó con la química entre 'Día a día' de María Teresa Campos y 'Crónicas Marcianas' de Javier Sardá, después, evolucionó con la introducción de 'Gran Hermano'. Entonces, el canal generaba temas de conversación desde dentro. Casi no necesitaba acudir al exterior de su producción. Un sistema que tocó cénit con la aparición casual de 'Sálvame'. Y los propios colaboradores ya se habían transformando en los protagonistas de un reality show que trascendía a un solo programa. 

De esta camino de extenso recorrido, ahora Telecinco cuenta con un punto de reality por sí misma, un reality que atraviesa a todos sus formatos. Y ha vuelto 'Supervivientes'. Y, a priori, parece que no influye que su casting sea más de saldo que en otras ediciones. Gran parte de sus celebrities podrían ser anónimos: Olga Moreno, Tom Brusse, Melyssa Pinto, Omar Sánchez... Son prácticamente desconocidos, sobre todo si no formas parte de la comunidad de fans acérrimos de Mediaset. Entonces, quizá sólo reconozcas a Antonio Canales y Agustín Bravo. Al menos, si naciste antes de los noventa.

Es la debilidad de 'Supervivientes 2021': el elenco de protagonistas anda falto de un gran cabeza de cartel que atraiga la atención del público que no está habitualmente en el canal. Como fue Isabel Pantoja en su momento. En esta temporada, ni siquiera ha existido una particular expectación por ver al personal lanzarse en el helicóptero. El público empieza a estar inmune de esa estampa. Más aún si no hay un nombre de celebrity que no te imagines fuera de esa tesitura. 

Para remediar las consecuencias de lo repetitivo, el equipo del programa ha innovado con un barco como elemento rupturista de esta temporada. En él habita una parte de los concursantes, que acaba mareado al estar tanto tiempo sin pisar tierra firme. 

Los creadores de esta isla de los famosos -con pocos famosos- son ingeniosos para movilizar a sus participantes y que surjan tramas que comentar en el estudio. Pero sigue echándose de menos un reclamo de calado más social para animar la curiosidad de las audiencias que no están en Telecinco. Ese rostro esta temporada no lo tiene. Y eso puede llevar al show a ser menos competitivo, síntoma que ya ha evidenciado con su emisión en martes de 'Supervivientes: Tierra de nadie' con Carlos Sobera. Ahí alcanzó un 13,8 por cierto en su primera parte en Telecinco y un 12 por ciento en su segunda parte en Cuatro. Lejos de datos que tuvo en otras temporadas con fichajes más estelares. Un buen medidor el de los martes, ya que en los jueves Telecinco sí tiene bien marcada y remarcada en la agenda de la memoria colectiva su prime time como 'la noche' de la tele-realidad. 

Si no tienes la estrella, siempre la puedes crear. Pero les costará. Porque el gran peso del casting está en personas asiduas a la tele-realidad. Sienten que es su modo de vida, no se les ve desubicados en un universo nuevo para ellos y el vigor más mágico de este formato reside en la verdad de los personajes populares que se muestran, por primera vez y por completo, fuera de su área de confort.  

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