OPINION

La delirante mención publicitaria de 'El Chiringuito': claves de mucho más que un anuncio

Promoción El Chiringuito
Promoción El Chiringuito

Fermín Canas es redactor y responsables de redes de 'El Chiringuito' de Josep Pedrerol. Quizá no cumple los requisitos físicos de la televisión imperante. Y qué. Eso no define su trabajo. Ni siquiera su telegenia. De hecho, transmite. Mucho. 

El espectador no olvida la personalidad de Fermín cuando aparece e informa sobre el deporte rey en el programa de Atresmedia. Menos aún,  cuando se ríe de sí mismo en una inteligente campaña de menciones publicitarias que este periodista está protagonizando estos días. Así trasciende con ingenio la comunión entre la televisión y publicidad tradicional hasta esparcir su mensaje por todas las redes sociales. 

En eso consiste la promoción que se marca Fermín en 'El Chiringuito', espacio de cabecera del canal Mega. Pedrerol conecta con la redacción y aparece él, todo serio, recitando un texto surrealista que recomienda un desodorante para 'tíos. tíos'. En el spot, con una entonación impostada, dice sentir un "deseo irrefrenable de montar a caballo" e incluso recomienda al propio Josep que debería utilizarlo para "dejar de oler a florecillas". Llevan el tono 'machirulo' al límite hasta realizar una parodia reconvertida en un anuncio más atrayente, pues logra esa carcajada que se expande por perfiles de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. Porque da risa.

'Old Spice', que así se llama esta gama de productos para el hombre, ha aprendido al público que va dirigida pero, a la vez, ha entendido que su implantación depende de lo que se difunda el mensaje. Un objetivo que sólo podía alcanzar rompiendo con los cánones habituales de este tipo de promociones. De esta manera, la compañía lleva al límite el delirio de sus spots hasta no crear indiferencia. 

La audiencia de 'El Chiringuito' es el perfil comercial de 'Old Spice'. Aunque no es suficiente. Pedrerol y su equipo atesoran otro acicate para ser el emplazamiento publicitario ideal par 'Old Spice':  el formato cuenta con esa ironía intrínseca que ayuda a transformar al famoso debate deportivo en el enclave perfecto para encajar con eficacia una sátira publicitaria de estas características. Y ganan los dos, porque los dos generan conversación sobre su producto, tanto sobre el programa como sobre el desodorante en cuestión. 

Al final, la mejor publicidad televisiva es la que cuenta una historia dentro desde una serie o show. O lo que es lo mismo: está dentro de la esencia del formato televisivo, sin ser un acto invasivo.

Los norteamericanos son expertos en este cometido.Los guionistas de Ellen DeGeneres o Jimmy Kimmel mutan anuncios en brillantes gags que, además, cuentan con un increíble valor añadido para las marcas: no sólo están pensados para su consumo instantáneo y caduco en la emisión clásica de televisión, están ideados para pervivir en las nuevas plataformas sociales. Sin miedo a una segunda vida en Youtube que favorece la influencia a través de todas las redes e incrementa la eficacia de la campaña. Es la publicidad que el espectador comparte en sus perfiles o muros porque no es sólo publicidad. Es un golpe de guion.

@borjateran

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