EN PERSPECTIVA

La despedida de Gemma Nierga (y lo que significa)

Gemma Nierga en su despedida de temporada
Gemma Nierga en su despedida de temporada
RTVE

La televisión actual vive tan intensamente el momento que, a veces, se olvida de explorar la complicidad con la audiencia. Esa complicidad que distingue a los programas del resto a través de la creatividad. No es el caso de Gemma Nierga y su equipo de 'Cafè d'idees', que ha sabido cerrar el pasado viernes la temporada de su programa en RTVE Catalunya con la sensibilidad que merece este magacín.

Había que agradecer el trabajo a los compañeros del programa y, sobre todo, había que decir adiós a esa audiencia fiel, deseándoles buen verano. Por eso el programa no infravaloró la importancia de cerrar bien la historia con una liturgia televisiva y lo hizo mostrando a Nierga marchándose literalmente a la calle y emprendiendo el camino a sus vacaciones. En septiembre volverá.

Y el resultado es emocionante por la forma en la que se plantea. Gemma va caminando desde su decorado, que simula un acogedor bar, hasta la salida de la sede de RTVE en Barcelona. Todo en un plano secuencia que no teme la imperfección ni que haya partes en el recorrido sin la iluminación adecuada. Lo importante es hacerlo, contarlo, compartirlo y, así, el espectador se siente más partícipe del programa porque están jugando con él, mostrándole la trastienda del espacio y lo que hay más allá del artificio de un plató, que no es nada si no se mezcla con la vida que hay al otro lado de sus paredes. Mientras, Gemma nos habla y nos recuerda que nos debemos cuidar también en verano. Lo recalca justo antes de, ya en plena calle de Roc Boronac -donde está RTVE en Barcelona capital-, ponerse la mascarilla, decir adiós y empezar como a caminar hacia su casa.

Gemma se aleja y la cámara permanece en la entrada del estudio. Y, en ese mismo instante, irrumpen los créditos del programa y su sintonía sobre la imagen de Gemma marchándose. El momento en el que aparece el rodillo con los nombres sobreimpresionados de los profesionales del programa no es baladí, aunque a la tele actual le aterren los títulos de crédito por aquello de que quizá la audiencia cambia de canal. Aquí se introducen en el instante exacto y nadie los corta, generando ese regusto final y épica emocional tan vital a la hora de narrar cualquier historia en televisión. Y un programa es también una historia que merece un final de temporada catártico. Aunque sea en el género de actualidad, también hay que romper las rutinas e incidir en los juegos de empatía que favorecen lazos de conchabanza con tu público. Para que siga ahí, implicado, emocionado, con ganas cuando vuelvas.

Esto es la televisión. Sin miedo a tomarte un tiempo para decir adiós a la audiencia saliéndote del guion que se espera o de una despedida estándar. Sin miedo incluso a que se te vaya la luz en algún momento en medio del paseo por el pasillo hacia el exterior del estudio. No pasa nada, la luz siempre regresa. Sin miedo a las ideas, que es lo que mejor ha demostrado precisamente este 'Cafè d'idees' desde su propio título.

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