La final de 'Supervivientes' arrasará con los índices de audiencia

Hoy Telecinco pulverizará el share. Lo hará con la final de Supervivientes, el gran éxito de la temporada. De esta forma, el programa concluye en la cima del triunfo, ya que no se puede estirar más el show (a pesar de Mediaset) porque su presentador Jorge Javier Vázquez se va en agosto, por fin, de vacaciones inaplazables.

Para algunos este programa es un ejemplo de telebasura. Aunque, probablemente, han forjado esta idea porque no han visto el espacio huyendo de prejuicios. Y es que los sobresalientes datos de audiencia de esta edición del reality no han sido resultado de la casualidad, han sido logrados por un trabajo redondo a nivel televisivo. Ya desgranamos aquí, en Telediaria, siete secretos del excepcional funcionamiento de Supervivientes.

Eso sí, a veces, para romper aún más el techo de audiencia, hemos sufrido algunos momentos turbios que, desde mi punto de vista, no eran del todo necesarios. Hablo del famoso instante en que Aída Nízar fue repescada por el programa para que regresara “como invitada” a la isla a dar caña provocando conflicto. Como todos hemos oído ya, la controvertida vallisoletana, especialista en estas artes, empezó a preguntar maliciosamente sobre Ortega Cano a Rosa Benito, cuñada y peluquera mediática de Rocío Jurado, que supuestamente no sabe nada del grave accidente del torero. En plató la reacción fue desorbitada cuando, en realidad, al emitir esas imágenes, el programa estaba propiciando esa polémica para multiplicar el share. Lo consiguieron. Y con creces.

Esta noche, las últimas concursantes en la isla, Rosa Benito, Tatiana Delgado, Sonia Monroy y Rosi Arcas, llegarán en helicóptero (como la primera mítica edición de GH) a los Estudios de Telecinco en Fuencarral. Primero una de las nominadas (Sonia Monroy o Rosi Arcas) será expulsada. Después, se realizará una última prueba en plató entre las finalistas. Vamos, que será una final al más puro estilo de El Grand Prix del Verano pero sin Ramón García.

Veremos quién gana. Aunque, personalmente, de estas doce semanas de telerealidad me quedo con la entrada al plató de Isabel Pantoja. Y no por morbo de reencuentro con la cadena que hizo campaña contra ella, no. Elijo ese instante porque fue construido sabiendo utilizar a la perfección el lenguaje y sentido del espectáculo televisivo.