OPINION

La histórica 'gala' con la que 'OT 2020' intentó entretenernos frente al coronavirus

OT coronavirus
OT coronavirus

Mientras TVE cancela todos sus programas de entretenimiento en directo, 'OT' pretende no cortar su edición en pleno estado de alarma y seguir acompañando a sus espectadores. Así, esta noche, la 'gala' se ha realizado desde la Academia. Aunque, como dirá el director general de Gestmusic, Tinet Rubira, no se trataba de una gala como tal. Porque en la academia no se dan las circunstancias escénicas para producir un gran show. Pero lo han intentado, con sus mejores intenciones.

OT ha querido adaptarse a las vicisitudes para seguir entreteniendo a una audiencia que no puede salir a la calle y también necesita programas para hacer más amena la cuarentena que estamos viviendo y sufriendo. Una situación inaudita y complicada de digerir. Porque, en estas circunstancias, la televisión puede ser una buena herramienta para ayudar a mantener la calma ante la incertidumbre en la que estamos inmersos con un virus al que hay que frenar.

La 'gala' de esta noche de 'OT' ha servido como acompañamiento en esta noche en la que todos estamos necesariamente en casa. Los profesores, casi todos, han acudido a su puesto de trabajo en la academia para arropar a unos concursantes que ya llevan dos meses viviendo ahí y que, al fin y al cabo, ya saben qué eso del confinamiento de larga duración. Mientras, un muy emocionado en la despedida Roberto Leal ha presentado en conexión en directo todo el show desde el salón de su casa con ayuda Noemí Galera. Juntos han intentado relativizar este contexto particular, en el que no han faltado muchos y entendibles retardos y errores técnicos, entre tanta conexión.

En la planta de abajo, Miqui Puig y Nina estaban observando como jueces de guardia, separados por una distancia prudencial en un sofá. Y ha sido Nina la que ha dado el gran consejo de la noche a la audiencia: alimentarse bien, ejercitar el cuerpo y, sobre todo, tranquilidad. Sus palabras han resultado el gran bálsamo de la noche, al tiempo que veíamos a los concursantes aguantar el nivel y haciendo brillar sus canciones en el mismo espacio en el que ensayan. Así lo han hecho, consiguiendo lo más complejo: actuar sin público pero con el objetivo de cautivar a una audiencia masiva en sus casas.

Al final, así estamos todos: actuando solos desde nuestras casas para salir de esta juntos. Qué paradoja. Todos estamos actuando sin público. En el fondo, este #OTYoMeQuedoEnCasa tan imperfecto ha sido como ver a esos cantantes que estos días hacen conciertos a través de directos de Instagram (la propia Rozalen o un poco Alfred -con interferencias- también lo han hecho esta noche) o como la gente anónima que sale a sus balcones para entretener a sus vecinos. Por eso ha sido emocionante. Y cercano, con Noemí charlando con los familiares de los chicos por teléfono como si de verdad estuvieran en su sala de estar. Curioso, porque estos dos adjetivos, emocionante y cercano, apenas han estado presentes en las galas en plató de esta edición.

Pero nuestra cuarentena sólo acaba de empezar y es complejo dilucidar hasta cuándo se podrá sostener este formato paralelo de 'gala' en la academia. Especialmente, si no hay expulsados ni nominados. ¿Será así la próxima semana y la siguiente también? Esa noche 'OT' ha sido fresco y cómplice con el espectador, pero sin competición ni show no hay intriga ni 'OT'. Y, entonces, no se sabe muy bien hasta qué punto realmente tiene sentido mantener activa la academia en emisión en un momento de medidas y responsabilidades extremas como este.

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