¿Altavoz de bulos en prime time?

La gran bronca de 'Sálvame' y la irresponsabilidad que esconde

Belén Esteban utiliza para hablar de política las mismas técnicas con las que narra su vida personal.

Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez hacen las paces con saludo de codo.
Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez hacen las paces con saludo de codo.
Captura de 'Sálvame'

Jorge Javier Vázquez se marcha alterado del plató. Su indignación ha ido creciendo al ver como una entrevista con Belén Esteban se transforma en un pesado mitin. Pero, esta vez, el speech no trata sobre su vida íntima. La colaboradora utiliza sus técnicas habituales para lograr el aplauso fácil con un monólogo sobre la dura crisis sanitaria que hemos vivido. De repente, el programa se transforma en un altavoz especulaciones, bulos y lugares comunes. Bueno, lo que 'Sálvame' y el 'Deluxe' es habitualmente.

La diferencia estriba es que, en esta ocasión, el dime y direte no trata sobre lo liviano de las aventuras de los personajes de culebrón de Telecinco y Esteban está apuntándose un tanto mediático con la tragedia a la que asistimos. Porque Belén Esteban no distingue, no ve los límites del reality show de entretenimiento. Y ejerce de megáfono, en horario de máxima audiencia, a un compendio de rumorología de oídas y conspiraciones de barra de bar.

Mientras tanto, Vázquez se va calentando, primero juega con comedia pero, al final, pierde los papeles. Lo que le desacredita, en cierto sentido. En vez de utilizar su humor inteligente, termina enfadándose y se marcha del plató cuando Esteban se intenta defender con el atajo de proyectar una imagen irreal del ámbito personal del presentador. La anteriormente conocida como "Princesa del Pueblo" viene a decir que el comunicador está despegado de la realidad social. Una afirmación que duele a Vázquez, probablemente porque ella misma conoce bien las circunstancias de la familia de Jorge Javier Vázquez y, por tanto, sabe que no es así. Pero lo utiliza: dando alas a un nuevo bulo como colofón a una intervención que sólo ha sido útil para la desinformación. Gajes del populismo de manual. Vázquez indignado se va. La audiencia del programa se dispara.

Pero, por supuesto, la disputa no ha concluido ahí. El show utiliza el choque entre Esteban y Vázquez como reclamo en días venideros y lo va dosificando en entregas. El martes, se "organiza" una "Cumbre por la Paz" en la edición diaria de 'Sálvame'. Con púlpito, incluido. Así estiran la trama y otorgan una resolución al conflicto con una pizca de humor que todo lo relativiza. Porque es lo que le faltó a Jorge Javier el sábado: su ingeniosa ironía que no debe desaparecer por la presión de la polarización del ambiente político.

Al final, la indestructible audiencia de 'Sálvame' se basa en que los personajes del programa son ya como una reconocible familia en la que te puedes identificar. Incluso se pelean cuando alguien se pone a reproducir en la cena familiar los bulos que les llegan por WhatsApp, como ha sucedido el sábado. Una familia trasnochadamente diversa. Pero, claro, tienen una responsabilidad estando al frente de un programa de televisión. Jorge Javier Vázquez lo sabe y conoce muy bien la frontera de responsabilidad o irresponsabilidad social. Pero Belén Esteban, no. También es parte de su éxito. Pero esto no es hablar en primera persona de tu relación con un ex representante, esto es pandemia que ha provocado una tragedia social.

Este atrevimiento de la inconsciencia de Esteban sólo recuerda que no todo se puede enfocar como si de un reality show se tratara. Y la televisión de hoy parece que se olvida de ello. Las tretas de la tele-realidad y las especulativas frases hechas de las varietés del corazón sirven para generar expectación sobre cualquier suceso. Por muy serio que sea. En asuntos de tanta importancia como este, todos podemos tener opiniones viscerales y rabiosas, pero no a todos se da un púlpito para ello en prime time. O sólo crecerán más los bulos en una televisión que debe intentar acercarse a las certezas con rigor para no ser instrumentalizada por los que viven de generar odio.

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