OPINION

La historia de 'El Ministerio del Tiempo' continúa (en formato cómic) y da una inteligente lección

El Ministerio del Tiempo.
El Ministerio del Tiempo.

La vida de El Ministerio del Tiempo no para. Uno de los grandes aciertos de la serie que nació en TVE es que sus tramas no sólo han crecido en la producción para televisión y se han ido desarrollando en diferentes ventanas. En redes sociales, en podcast o en cómic. 

Porque los productos que rodean a El Ministerio del Tiempo no son productos de merchandaising al uso para, si tal, poner como un trofeo en una estantería o que son maquinados en la misma primera temporada para promocionar mejor la ficción. No, son una continuación natural de la historia, que surge del propio corazón de la serie con Javier Olivares, co-creador de la serie, inmerso en todo su desarrollo.

Y ahora, a la espera de una posible resurrección televisiva con los cambios que planean en TVE, El Ministerio del Tiempo regresa. ¿Cómo? La historia sigue dentro de segundo cómic. Con guion de Olivares, claro, junto con Pablo Lara, co-productor transmedia y guionista.

Como ya han hecho series como la mítica Doctor Who de BBC, la serie amplia su universo narrativo en formato de novela gráfica, con dibujos y color a cargo de Jaime Martínez y Santiago Ramos respectivamente. 

Cómic el ministerio del tiempo
Mira atentamente esta imagen. Intenta descifrar su contenido. Después de leer el cómic, entenderás todo lo que esconde. El Ministerio no da puntada sin hilo. 

Mi tiempo se agota se llama este cómic, publicado por Aleta-Evolution,  sobre los héroes perdedores de la historia, a través del personaje de Lola Mendieta. El cómic surge del capítulo 2 de la tercera temporada, justo cuando Mendieta está muriendo en el hospital. Ahí empieza una trama (que no se vio por la tele) que incorpora dos figuras históricas olvidadas como son Emilio Herrera, el creador del primer traje de astronauta y Blas de Lezo, que derrotó a los ingleses en Cartagena de Indias. Un homenaje a dos personalidades épicas en un cómic que otorga, además, al seguidor de la serie el superpoder de conocer información extra de algunos derroteros de la ficción que no se han visto (aún) por la emisión televisiva. 

La serie sigue. El Ministerio del Tiempo no para. Otra cosa es el lugar en el que se puede seguir la pista de sus andanzas. En eso la serie ha reabierto un camino interesante: la historia crece por encima del soporte para la que fue concebida la ficción.

Mente abierta: si tienes la posibilidad de abrir más ventanas para contar la historia y seguir llegando a tu público objetivo, aprovéchalas. Sigue narrando, márcate una spin off pero, eso sí, sobre todo intenta no decepcionar. No hay mejor o peor soporte para contar una historia. Lo importante es poder contar la historia con su calidad y su calidez.

marca de RTVE

Orgullo para Radio Televisión Española (aunque sus máximos responsables no siempre lo hayan entendido)

El éxito de fidelización y aceptación social de El Ministerio del Tiempo está en que realiza un inteligente retrato social de un país, de su currículum, de su picaresca y de su imaginación. Un retrato, cargado de referencias, que ha recuperado el orgullo por el servicio que ofrece la televisión pública. La audiencia celebra que TVE arriesgue, innove y, sobre todo, invierta en una ficción de calidad que sabe lo que quiere contar y la forma de contarlo. Una serie que es una alternativa a las emisoras privadas y ofrece un contenido que despierta inquietudes e incluso moviliza la curiosidad, generando debate a través del entretenimiento.. Una ficción que juega con nuestra historia sin complejos  y que ya es un icono de nuestra historia.

Mostrar comentarios