ANÁLISIS

La lección de María Teresa Campos

María Teresa Campos entrevistando a Antonio Orozco, la entrevista de esta semana en su canal de Youtube
María Teresa Campos entrevistando a Antonio Orozco, la entrevista de esta semana en su canal de Youtube
Borja Terán

Desde hace unos meses, María Teresa Campos ha vuelto a hacer televisión. No la hace en una cadena convencional, sino en su canal de YouTube. Allí, entrevista a personalidades a las que admira, sentados frente a frente. Un programa semanal que ni siquiera necesita plató, pues lo graba en su propia casa. Lo que va a tono con las narrativas guerrilleras de la red social y, a la vez, conecta con la curiosidad de un público al que le gusta conocer las casas ajenas. El sentimiento aspiracional de siempre, que se propaga con la misma fuerza también en las redes sociales.

En este canal, Campos está entrevistando a referentes de hoy y siempre: David Broncano, Raphael, Antonio Orozco, Isabel Gemio, La Pelo, Pedro Ruiz, Dani Martín, Brays Efe... La mayoría muy populares. Otros más desconocidos, como el que escribe estas líneas, que también pasó por allí para hablar del porvenir televisivo.

Lo primero de lo que uno se percata al acudir a la grabación de 'Enredados', que así se llama el programa, es que María Teresa mantiene intacta la ilusión por intentar seguir creciendo profesionalmente, por aprender de lo nuevo y por poder aportar su experiencia con su intuición e instinto para provocar ese intercambio de talento generacional que siempre ha sustentado su trabajo. Por eso ella impulsó como impulsó el género del magacín español.

Después, mirando los datos del canal de YouTube, es fácil vislumbrar que consigue un interesante trasvase de espectadores que, como ella, están dando el salto de la pantalla tradicional a las nuevas multipantallas. Su canal atrae a un público fiel que no es consumidor habitual de Youtube, que va a buscar a Campos allá donde está para terminar, probablemente, quedándose en la plataforma saltando a otros vídeos relacionados. Al mismo tiempo, María Teresa Campos puede ser descubierta por nativos de la generación de Youtube, que ya están ahí. Para ellos, la plataforma de vídeos de Google es su primer canal de contacto con sus referentes cotidianos con los que interactúan con sólo un clic.

En una sociedad actual en la que el espectador siente que cuenta con tantos impactos audiovisuales, tanta oferta que ver en directo y en diferido, asentar un canal de Youtube de estas características es complicado. Es cuestión de largo recorrido, probar, confiar y equivocarse. Como, en el fondo, siempre ha hecho María Teresa Campos en la televisión clásica. Pero aquí la audiencia no se mira en el instantáneo día después, aquí el contenido va sumando cada semana y, ahí, va quedando para una impronosticable posteridad.

Sin embargo, desde la televisión tradicional, muchos profesionales ven con desdén que grandes comunicadoras de la historia de los medios de comunicación estén creando contenidos para la red. Lo sienten como algo "menor", como también paradójicamente consideraban 'menor' un magacín matinal en el año 1991. Paradojas que se repiten de distinta forma pero con similar fondo prejuicioso.

En este caso, algunos hasta piensan que crear un canal de Youtube es simplemente un hobbie para estar entretenidos y aferrarte a tu profesión. Como también lo han hecho Irma Soriano, Isabel Gemio... Pasa en muchos ámbitos, donde enseguida se establecen la primera división y las otras secundarias. Como si, en pleno 2020, no fuéramos todos en el mismo barco: el de comunicar y contar historias sea cual sea el soporte, intentando atraer a un espectador que no puede estar más disperso (y abrumado) ante tanta oferta. Y, en ese camino, YouTube constituye desde hace años una enorme y poderosa pantalla, donde hay canales con más audiencia e influencia que muchos medios, que muchas cadenas, que muchos programas y series.

Es la otra forma de verlo: Youtube, Instagram, Twitch o lo que surja como campo de experimentación y creación libre, donde ideas contracorriente son posibles sin que te la vete un directivo con miedos. María Teresa Campos siempre ha ido por delante en su trayectoria como periodista y comunicadora, siendo pionera, valiente, intuitiva y moderna. Adaptándose sin acomodarse. Y ahora, precisamente, vuelve a ser moderna, probando en un nuevo lugar. Con la ingenuidad y el nervio de la novedad, pero con una mochila capaz de enfrentarse a cualquier reto que se proponga porque cuenta con la todopoderosa red de su curtida experiencia en radio, televisión y vida. Esa experiencia que dicta que, probablemente, el gran error es no intentarlo.

Mostrar comentarios