La lección televisiva que dio La Sexta en fin de año (en la que tal vez no te has fijado)

Tenían todas las que perder. Sabían que las miradas estaban puestas en otros balcones de la Puerta del Sol y el equipo de La Sexta optó por unas campanadas a tono con la idiosincrasia del canal.

Así, para el salto a 2018, se optó por dos rostros periodísticos: Iñaki López y Cristina Pardo. Así, se decidió comenzar el especial con emisión multipantalla, característica habitual de Al Rojo Vivo, buque insignia del canal. Porque, ya se sabe, La Sexta ya no puede vivir con la imagen dividida en muchas ventanas con muchas conexiones con los puntos de la actualidad. Aunque, en realidad, esta pantalla partida tenía truco. Sólo era una línea que separaba a López y Pardo, que estaban muy juntos.

De esta forma, La Sexta se reía de La Sexta en las campanadas y, de paso, marcaba el compás que iba a impregnar a toda esta retransmisión en el canal verde: no se iban a tomar demasiado en serio. Ventajas de ser un segundón en la batalla de las audiencias de la Nochevieja: sufres menos el peso de la responsabilidad que otros.

Por Borja Terán

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La Sexta se tomó las uvas con 835.000 fieles (6.3 por ciento de share) en una noche en la que hubo algún que otro lapsus, como cuando Iñaki López llamó Cristina Pedroche a Cristina Pardo. Él mismo evidenciando que la expectación estaba en el balcón de al lado.

-Iñaki López: "Seguimos en La Sexta, con Cristina Pedroche y servidor"

-Cristina Pardo: "¡Cristina Pedroche?, lo sabía. ¿Con la cantidad de ropa que llevo, no te he dado una pista?"

Deslices mentales, más que justificados, en una emisión en la que no cesaron las bromas, como cuando salieron al balcón y el público vitoreaba. Pero ellos mismos asumieron, con ironía, que el fervor popular no era para ellos. Era para Cristina Pedroche. Relativizaron... y brillaron, logrando la retransmisión más auténtica de todas.

Fueron responsables en su cometido, pero no les impuso el cometido. Y eso, ser responsable pero que no te imponga y, como consecuencia directa, lograr transmitir que estás disfrutando del instante, es la clave para traspasar la pantalla. Pero, en la televisión de hoy, la intensidad no siempre permite relativizar e intentar disfrutar el cometido.