OPINION

La maliciosa parodia de 'GHVIP' que define el éxito de Telecinco

Las imágenes "no vistas" de 'GHVIP.
Las imágenes "no vistas" de 'GHVIP.

Todos los años se repite la misma historia: las redes se enfadan gritando que 'Gran Hermano' está manipulado. En esta edición, incluso parece que algunos de los concursantes interpretan (mal) un guion. Pero lo cierto es que ni siquiera es necesario. La verdad siempre es más poderosa en un reality.

De hecho, los habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra están tan resabiados de televisión que ya sobreactúan por sí mismos para perpetuarse en la programación de Telecinco. Probablemente han visto tanta tele que piensa que si le dan cierto toque melodramático de telefilme de sobremesa de Antena 3 caerán mejor al personal. Es el caso del maestro Joao, vidente e imitador de Rocío Jurado, que no puede ocultar su personalidad de folclórica y su vida termina siendo una intensa interpretación en la que nunca menos es más. 

Con este panorama, los espectadores especulan si exite un guion de culebrón detrás de los delirios de los habitantes de la casa. Al fin y al cabo, cada uno de ellos parecen sacados de una adaptación española de la mejor telenovela turca.

Sin embargo, en vez de intentar aplacar las dudas que surgen por su formato, en Mediaset directamente permiten parodias sobre las supuestas trampas de las que especula el público de su show. Así el programa 'Cazamariposas' de Divinity ha realizado varios montajes como si los concursantes estuvieran dirigidos por un buen apuntador y un (poco) sigiloso regidor.  

Pura travesura naif del equipo de 'Cazamariposas'. Pero no se tapan las críticas desde las altas instancias de la cadena en este caso. Al contrario, se hace un gag con ellas.

Lo importante es que se hable de un programa de entretenimiento que busca evadir y no tomarse demasiado en serio. Como consecuencia, la parodia que hace realidad aquello que especulan los susceptibles termina por facilitar que el formato se perpetúe en la programación: la cadena no duda de lo que produce, apuesta por su inversión y hasta relativiza el resultado del surrealista casting de cara a su audiencia riéndose de las dudas que crea en la sociedad.

Al final, ahí está  una de las bases del triunfo en audiencias de 'Gran Hermano': Telecinco no tiene ningún complejo con la tele-realidad que fabrica.  Sus polémicas indignan, muchas veces con razón, pero esta cadena proyecta una gran seguridad con el contenido que produce. Aunque indigne. Es más, cuenta con una pícara capacidad táctica hasta para comprender que en televisión es bueno que te critiquen. Incluso desde tu propia cadena. Mejor todavía si es con humor. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen.

Esta capacidad de desmontar y remontar los programas de Telecinco desde dentro del canal es la manera de no morir de éxito, pues al éxito también debe ser retroalimentado para que no se apague si su durabilidad lo transforma en una tónica habitual. 

Y, entonces, es cuando surge el desdén del público porque todo parece que va por inercia, todo da la sensación de que está acomodado. Y, entonces, se empieza a perfilar en la audiencia la percepción de indiferencia. Y la indiferencia es la peor enemiga de cualquier empresa de comunicación porque las cadenas dejan de estar enérgicamente vivas a mutarse en seres invisibles por previsibles.

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