OPINION

La mejor actuación de Amaia en 'OT': un triunfo que no sólo es de la concursante

Amaia de España
Amaia de España
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Amaia del Mundo.

Amaia se ha crecido este martes con el reto de versionar el Shake it out. Ha sido la mejor actuación de Amaia en solitario en una gala de Operación Triunfo. Ha brillado: su voz, su mirada, su actitud, su energía. Pero también ha brillado por el envoltorio que ha dispuesto el programa, en una de sus mejores puestas en escena. Todo ha funcionado en Shake it out.

La realización visual ha sido perfecta. Una coreografía de cámaras milimetradamente clásica, que ha mostrado cada elemento con una armonía de movimientos de planos y cambios de encuadre que ha logrado impulsar cada instante de la actuación de la concursante de OT.

La realización, que transmitía mucha seguridad, ha remarcado sus miradas, su talante pero también ha remarcado la puesta en escena -el escenario inundado de velas- y la sutil coreografía del cuerpo de baile. Marcando bien los pasos de los bailarines cuando tocaba, con sus artísticos zarandeos de unas bolas que desprendían luz.

Coreografía actuación de Amaia
En planos como este se remarca la propuesta coreográfica que enriquece el tema.

Porque la actuación de Amaia ha sido mejor gracias a esa realización que ha narrado bien la historia, tomando el pulso con emoción a la sensibilidad de la intérprete. Pero, además, plasmando con organización y claridad todos los elementos protagónicos en escena. Porque también ha sido clave la planificación de la iluminación. Y es que la realización va unida  a la fuerza de la luminosidad, que ha definido el tono, la forma y el compás de cada parte del tema musical.

Amaia ha brillado por su talento, pero también por la propuesta escénica global que ha multiplicado ese talento. Probablemente una de las mejores puestas en escena de OT 2017. El programa ha ido creciendo escénicamente cada semana, más incluso que la evolución de los concursantes, y ha ido entendiendo las limitaciones de su (pequeño) escenario hasta convertirlas en virtud. Ahora las proyecciones en las grandes pantallas de leds no recargan de elementos que minimizan más el plató, ahora esas pantallas cuentan con propuestas gráficas más elegantes, que dan perspectiva y enriquecen la historia que se quiere narrar en escena. El programa, además, se atreve con la oscuridad, el contraluz y los estilosos plano encadenados -la transición entre dos imágenes que se pasan el testigo por fusión y no por corte-, técnica que puede quedar retrógrada si no se realiza con la seguridad idónea.

Amaia realización OT
Momento de 'encadenado', transición de dos planos en los que no se comete el error de 'enfilar' al artista. Amaia no solapa a Amaia, se complementa en los dos planos.

Una actuación con una propuesta narrativa que ha ido en crescendo. Con un equipo de realización y unos cámaras que no han titubeado y que han dejado para el apoteosis final los fundamentales planos de reacción. Primero de Mónica Naranjo, de pie, bailando. Después de Alfred, enamorado de Amaia, con una gran sonrisa de disfrute. Ha sido el colofón para dibujar la trama emocional en el sensible ojo del espectador.

El plano de reacción de Alfred, de subidón, disfrutando de la actuación de Amaia.
El plano de reacción de Alfred, de subidón, disfrutando de la actuación de Amaia.

Así es la forma en la que la música traspasa en televisión: narrando una historia que impulsa la interpretación del cantante. Eso se consigue preparando la interpretación (en la Academia lo hacen las clases de Los Javis y la dirección de coreografía) y, por supuesto, planificando bien el desarrollo escénico del tema en plató y ahí OT tiene aún mucho camino por experimentar. Pero en este Shake it out, OT ha sacado matrícula de honor: todos los elementos implicados en la televisión han funcionado a la vez. Ha sido mucho más que una cantante rodeada de un mar de velas en el escenario. Ha sido una propuesta de realización e iluminación redonda para retratar, con el vigor que merecía, el arte de un talento que ha llegado para quedarse, Amaia.

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