OPINION

La oportunidad que esconde el retorno de Nina a 'OT'

Nina OT 2020
Nina OT 2020

Ya es oficial. El jurado de 'OT' se ha reinventado de cara a la nueva temporada, que se estrenará a principios del inminente 2020. Una etapa que viene con una profunda renovación que apuesta por la experiencia de viejos conocidos. Incluso del propio OT.

Lo adelantó Tinet Rubira, productor ejecutivo del formato, cuando en una rueda de prensa reflexionó sobre que a 'OT' le faltaba cierta mala leche, en el buen sentido de la palabra. No basta sólo con conversaciones "de ascensor" en las galas, tan 'buen rollistas' como vacías. Para que el espectador acuda a la emisión tradicional en prime time, el talent show necesita el atractivo de la argumentación que provoca que la audiencia entienda lo que ha fallado o lo que ha brillado durante cada actuación. Así ve cómo los concursantes aprenden en directo. Así el público también aprende en directo. Un detalle que pasa por un jurado que se moje más y tenga la capacidad de análisis constructiva detrás de cada actuación.

Javier Llano, director de Cadena 100, ha demostrado en sus anteriores apariciones como juez de OT que es rápido a la hora de vislumbrar los aciertos y fallos de cada participante. Además, es didáctico en sus explicaciones. No se queda en la frase hueca, enriquece con perspectiva.

Natalia Jiménez, de La quinta estación, también ha evidenciado en sus anteriores colaboraciones en formatos como 'El Número Uno' -de la misma productora que OT- que está dispuesta a comunicar sin eufemismos desde su experiencia. Hasta ahí el programa juega sobre seguro. Y suma otra incorporación más, para equilibrar el prisma de la industria musical, con Portu, mítico integrante de 'Modestia Aparte', Portu.

Pero faltaba el golpe de efecto que despierta la todopoderosa curiosidad en el espectador: 'OT 2020' ha fichado a Nina. La que fuera directora de la Academia en sus inicios regresa con un nuevo papel y mucha aureola de nostalgia. Representa constancia, esfuerzo, temperamento y evolución. Representa 'Operación Triunfo'. No crea indiferencia. Es magnética. Parece que incluso hasta es incontrolable.

Es la oportunidad que se abre a OT 2020, que debe dejar atrás los veredictos intercambiables del jurado de ediciones pasadas. O las actuaciones sólo se verán al día después, sueltas, en Youtube. El programa debe definir tramas y subtramas que desarrollen una historia transversal con la que el espectador masivo se quede atrapado toda la gala como la historia global que debe ser un prime time. 

En este sentido, para construir ese armazón de la historia en cada capítulo de emisión tradicional, en televisión son importantes los antagonistas. El jurado cubre esa función. 'OT 2020' puede aprovechar los veredictos exprés del jurado, los que se producen justo después de cada actuación. Con ellos, se podría de verdad intrigar o generar tramas de interés hasta el final del show. También con la relación entre los propios jueces, el presentador y la actual directora de la Academia, Noemí Galera. Cada protagonista del show debe tener su función articuladora en las galas.

Aunque el papel de los jueces no debe quedarse simplemente en el chascarrillo que sólo da para memes, sino que debe proyectarse desde la credibilidad de unos profesionales que el público quiere escuchar porque aportan mientras entretienen. Es la clave y oportunidad de un show como 'OT'. El secreto del boom y expectación que genera este formato está en que inspira, a la vez, que divierte con la fascinación de seguir los avances cotidianos de unos concursantes que son como de la familia. 

@borjateran

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