OPINION

'La que se avecina': así planta cara a 'Operación Triunfo'

Victor Palmero, Alba Recio, La que se avecina
Victor Palmero, Alba Recio, La que se avecina
Victor Palmero, Alba Recio, La que se avecina
Víctor Palmero interpreta al complejo personaje de Alba Recio.

Lleva más de una década en emisión y se ha convertido en un fenómeno sin rival. Los vecinos de El Mirador de Montepinar son lo más competitivo de la actual parrilla de Telecinco y frenan a cualquier rival que se presente en su camino.

De ahí que la cadena moviera el día de emisión de La que se avecina para enfrentar la telecomedia al esperado retorno de Operación Triunfo. Era el arma arrojadiza perfecta para paliar un posible éxito. Que si TVE pensaba programar OT en miércoles, Telecinco colocó La que se avecina en miércoles. Que si TVE decidió llevarse OT al lunes, Telecinco movió La que se avecina al lunes. Objetivo conseguido por parte de Telecinco, pues la que se avecina mantiene el liderato en su franja.

Un fenómeno en audiencias el de la secuela -no oficial- de Aquí no hay quien viva que, más de lo que se evidencia a primera vista, se parece al ADN del buen rendimiento de Operación Triunfo 2017: ambos contenidos televisivos conectan con un público joven, ambos contenidos televisivos se nutren de las nuevas plataformas sociales y ambos contenidos televisivos retratan, con sus tramas, unos personajes en los que es muy fácil sentirse reconocido.

Porque el fervor popular de La que se avecina esconde su capacidad para parodiar peculiaridades de la España popular y hacerlo con corrosión.

Un surrealismo sin límite que es valiente porque los guiones de La que se avecina se atreven a romper con la dictadura de lo políticamente correcto y consumar un retrato tan identificable como perverso del patio de vecinos nacional. Un retrato que no deja títere con cabeza. De las corruptelas políticas a las chapuzas emocionales. Incluso abordando la diversidad de género. Como sucede con el personaje de Alba Recio.

corrosión  inclusiva

Una serie que no se queda sólo en el estereotipo obvio

Un personaje transexual en una serie como La que se avecina podría venir cargado de estereotipos evidentes y manidos. Pero no, la telecomedia va más allá y, desde su habitual tono trepidante y con bofetadas de humor negro, muestra un universo que, en este caso, normaliza e integra. Sin coartarse por miedo a las susceptibilidades del público o colectivos, sin perder su esencia de cómic 2.0.

No tendrá decorados realistas, pero La que se avecina cuenta con el valor más fuerte para una telecomedia: un largo elenco de actores que evita el desgaste de la producción y otorga una textura especial a unos guiones osados, que se han ganado con los años una libertad creativa para realizar un repaso desternillantemente y despiadado del costumbrismo cañí.

Si OT refleja el éxito de un talent-reality show que moviliza e ilusiona al público con la evolución profesional y emocional de unos concursantes que desprenden verdad, La que se avecina ejemplifica la telecomedia de la evolución de la picaresca nacional. Y eso también es muy identificable por un público que siempre disfrutará riéndose de las trapicherías del vecino, sobre todo si terminan en una humana metedura de pata irremediable.

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