OPINION

La televisión de pago en España: cómo alcanzar más visibilidad

Broncano y Buenafuente en Movistar Plus
Broncano y Buenafuente en Movistar Plus

Netflix se ha alzado como la gran televisión de pago en percepción social. Objetivo logrado gracias a sus minuciosas campañas de márketing, que han fomentado una imagen de compañía empática en donde todo es un éxito. Aunque no todo sea un éxito. Por eso no comunican datos de audiencia de sus visionados.

Pero Netflix es un videoclub internacional que aún no tiene la rapidez de reflejos y la habilidad de realizar contenidos que pretendan profundizar en la idiosincrasia nacional. Ahí Movistar Plus es fundamental para que España fortalezca su industria audiovisual y su diversidad cultural propia. 

Sin embargo, Movistar Plus tiene una dificultad para visibilizar su oferta con más vigor social. En la actualidad, a la tele de Telefónica le cuesta trascender a más diversidad de públicos. Mientras que Netflix se asocia a su sencillez de acceso, Movistar se liga a la complejidad en la antigua forma de abonarse, precio e interfaz. Aunque no sea así. Tampoco ha ayudado, entre otros factores, que la oferta de series se ha promocionado como antaño. Es decir, con gigantes campañas que se centraban en el lanzamiento del producto y no en el recorrido de la marca.  Como si fueran películas en los noventa y no series en la era del clic.

La división de programas de la televisión de pago, con el canal #0 a la cabeza, es la que ha sido más avispada a la hora de crear citas diarias con la audiencia como herramienta vital para generar esa conversación que amplifica la implantación social de la cadena. En este sentido,  'Late Motiv' de Andreu Buenafuente y 'La Resistencia' de David Broncano representan la televisión que cala en el recuerdo colectivo más allá de los audímetros tradicionales. Son osados y saben adaptarse a las nuevas ventanas pero sin perder perspectiva del significado de la tele en su máxima expresión. Porque la tele no es sólo un contenedor de ficción atemporal también son formatos creativos con los que consolidar vínculos en el día a día. Y ahí está el superpoder en el que deben adentrarse las plataformas de pago para ser alternativa a los videoclubs bajo demanda: seducir a ese público que se siente huérfano de televisión que intenta no quedarse atada a patrones establecidos. 

Pero, ¿cómo se amplían públicos si la sociedad desconoce la oferta? #0 comparte muchos de sus contenidos en Youtube para invitar al público a descubrir sus producciones. Asimismo utiliza las redes sociales como escaparate. Aunque también es importante la promoción tradicional, la que aparece in situ en marquesinas, andamios y prensa. O directamente, cuando se pueda, quizá se deba sacar la grabación de programas a las calles españolas para hacer partícipe a la población de la marca Movistar. Ya lo hace 'Ilustres Ignorantes', uno de los grandes éxitos de la cadena, o el propio Broncano desde su teatro 'Arlequín' en Gran Vía. Pero hay que romper el centralismo de todo España es Madrid y habrá que intentar que el target preponderante de la compañía sea más diverso.

En este sentido, Movistar necesita conseguir más apertura del canal fuera de su burbuja de públicos. Lo ha intentado con el fichaje de Mercedes Milá o lo ha demostrado con el paso de María Teresa Campos por 'El Cielo Puede Esperar' o 'La Resistencia'. Las apariciones de la periodista malagueña han puesto el ojo de otros ámbitos sociales en Movistar Plus. No obstante, es una de las periodistas más transversales en el imaginario colectivo español. Campos sabe de televisión y conecta bien con David  Broncano, que también sabe de televisión y respeta a la televisión. Ahí probablemente está el cimiento de su gran éxito. Juntos, Campos y Broncano, crean una fusión muy interesante para la plataforma, que tal vez podría convertirse en más habitual ya que logra un trasvase de públicos que están delante de la pantalla. Sea cual sea la pantalla. La audiencia disfruta con el descaro del intercambio transparente de las experiencias intergeneracionales. Eso es la televisión, al fin y al cabo. De siempre. Y eso es una plataforma: intercambiar creatividad que rompe con el camino previsible de los complejos de la tele en abierto.

La televisión se construye con nombres, Movistar Plus cuenta con grandes cómicos y periodistas de reputación social. Pero también necesita salir del cliché de aquella tele de pago exclusiva de Canal Plus para abrirse a un target más popular que hace a tu oferta más indestructible. Es la forma de ser referente sin ir a rebufo de nuevos modelos de negocio que crecen en el márketing más millenial.

En una era en la que el espectador siente que tiene acceso a tantos contenidos que cada vez olvida más rápido, el público más fiel premiará a la televisión que le va acompañando en el día a día, que le va creando citas con orden en la rutina diaria, como ha hecho siempre la tele y como probablemente echemos de menos antes de que nos demos cuenta, ante tanta oferta a la carta multipantalla.

El porvenir de la tele está en los profesionales que crean lazos con la audiencia que sigue queriendo tener el plan de sentarse a una hora para conectar con un comunicador que le gusta, que no le crea indiferencia. 

Movistar Plus ya cuenta con una oferta de contenido muy prometedora. Solo necesita calar más y llegar a una audiencia más diversa a través de nombres propios que desarrollen citas semanales que se mantengan en el tiempo. Estas citas servirán incluso para proteger y catapultar con cohesión el lanzamiento de sus series, cine, música, derechos deportivos y lo que surja. Se trata de ser modernos sin olvidar de dónde venimos, de avanzar sin menospreciar el modo en el que la televisión ha seducido a generaciones durante décadas, de cambiar las reglas pero asumiendo que sigue habiendo una audiencia inmensa que no necesita que se las cambies... demasiado.

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