OPINION

La tragedia de Notre Dame y el cambio en el consumo de la información en directo que afecta a la TV

Fuego Notre Dame TF1
Fuego Notre Dame TF1

Lunes. Siete de la tarde. Arde Notre Dame. Las imágenes empiezan a correr por las redes sociales, al mismo tiempo que el fuego se expande por el tejado y la emblemática aguja, de más de 90 metros de altura, de la Catedral de París.

La Sexta y TVE, a través de 'España Directo' y el Canal 24 Horas, son las primeras cadenas de televisión en informar en España. El mundo mira con preocupación Notre Dame, pero ya no se informa como antes. Las imágenes en directo no sólo vienen de los enviados especiales o agencias de prensa, son los propios usuarios los que graban e incluso emiten en directo desde su móvil el incendio. Y Twitter recopila esas señales y las destaca para facilitar el acceso de la alta demanda de perfiles que buscan la última hora sobre la tragedia, que ha impactado al mundo.

Una tragedia retransmitida en directo. Pero no sólo por la televisión tradicional. De hecho, grandes cadenas de televisión internacional fueron hábiles a la hora de incorporar una señal en vivo en plataformas en streaming, como Youtube. Así lo hacen, por ejemplo, las norteamericanas CBS o NBC, que maniobran rápidas de reflejo para cubrir la noticia pero no solo por su canal tradicional. De esta manera, su espectador está en contacto con la información en un acontecimiento relevante de última hora, aunque aún no haya llegado a casa.

Es el nuevo escenario. La televisión clásica crece en las redes sociales. Los espectadores necesitan que el contenido informativo sea más versátil y se adapte de forma ligera a sus dispositivos móviles

La percepción social como referentes periodísticos de las grandes compañías de información ya no sólo se sostiene en su capacidad para cubrir los acontecimientos en sus medios (canales de televisión clásicos, sus ediciones digitales...), también es crucial otorgar un valor añadido desde las intuitivas y diversas aplicaciones sociales, que van desde Twitter hasta WhatsApp. Pero no sólo basta un tuit de 'última hora'.

En la capacidad de adaptarse a las necesidades del usuario está también el sostén de la relevancia de las emisoras, pues así construyen lazos con un espectador que está instintivamente interactúando en las redes sociales y plataformas de mensajería instantánea que, al final, sirven de puente para que después vuelva a la emisión tradicional para entender lo que ha sucedido de una forma más sosegada. Esa es una asignatura en la que profundizar en la televisión en España, especialmente TVE con una estructura sin rival que flexibilizar en la información de última hora. El buen despliegue ya no está sólo en directo narrando la noticia, también acude donde el espectador está indagando información.

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