Cuando María Teresa Campos vio como su magacín de tarde era trasladado a las mañanas cundió el pánico. Tal vez su público no podría seguir su programa en la matiné. O estaba trabajando, o estaba realizando las tareas domésticas. Los años noventa arrancaban y la televisión matinal no llevaba ni una década implantada en España. No había hábito, la radio seguía siendo la referencia de las primeras horas del día. Pero María Teresa comenzó una campaña cómplice con su audiencia para que se quedaran en un programa matinal que contaba con una apabullante personalidad.
Tres décadas después, este lunes, la televisión en España vivirá su temporada más competitiva, pues cuatro de las cinco principales cadenas apuestan por una inversión en horas y horas de producción propia en directo y pegada a la actualidad informativa.
La 1 suma a Los Desayunos y La Mañana otra edición de Los Desayunos en el mediodía para recuperar la influencia informativa perdida en un tramo horario que es crucial para tomar el pulso al país. María Casado sigue en La Mañana desde los estudios de Prado del Rey y, desde Torrespaña, Xabier Fortes llevará las riendas de los dos espacios de análisis de actualidad.
Antena 3, por su parte, continúa con Espejo Público, un extenso contenedor con Susanna Griso que, en las últimas temporadas, ya incorporó la tempranera entrevista para ir sumando adeptos a primera hora Un café con Susanna y la pasada etapa también introdujo el debate El Laberinto.
Telecinco tampoco se queda atrás El Programa de Ana Rosa (Quintana) es un buque insignia que celebra su liderazgo pero, además, Mediaset está intentando reforzar la franja que va hasta la primera edición de su informativo con Ya es mediodía con Sonsoles Ónega. Una mesa de debate para hablar de la política y que este verano ha tenido que incorporar, por sorpresa, también contenidos del corazón para subir la audiencia en un periodo estival con más sequía informativa en asuntos políticos. Veremos cómo se tuerce con el comienzo del curso mediático en este lunes 3 de septiembre la temática de este formato, si bien ya ha brillado Ónega demostrando habilidad y espontaneidad en el lado del entretenimiento para lidiar con todo tipo de colaboradores. También con Alba Carrillo.
Aunque la gran y principal novedad de la temporada viene de la mano de La Sexta. La cadena verde afianza aún más su imagen de canal pegado a la actualidad con una programación en directo nonstop con el fichaje de Alfonso Arús, que desde las 7,30 de la mañana estará presentando el primer morning show de la televisión en España. Es decir, se traslada la esencia del programa despertador de las radiofórmulas musicales a la televisión. La receta es humor, debates más ligeros, información práctica del tiempo y, por supuesto, píldoras informativas.
Así La Sexta completa su matiné, que hasta ahora contaba con subproductos enlatados. El primer tramo con un magacín más distendido, que intenta ser complementario al del resto de cadenas, y que servirá de telonero para García Ferreras y su apasionadamente exitoso Al Rojo Vivo.
Las mañanas de la televisión ya no son una franja menor. Hay más oferta que nunca y, como consecuencia, ser competitivo en este tramo será más complicado. Los nuevos programas necesitarán tiempo para asentarse y los viejos deberán definir mejor qué diferencia a su contenido del resto.
Porque la batalla diaria de este tipo de programas no se debe ganar a golpe de instantánea exclusiva, lo que muchas veces se traduce en una carrera sin freno en el sensacionalismo. El porvenir de este tipo de formatos está en que asienten una oferta con sello propio, con una personalidad apabullante en prescriptores, escenografía, tono y secciones, para que el espectador se quede siempre fiel por la complicidad que genera el espacio y no picoteando de una u otra cadena dependiendo de los impactos morbosos que tiene uno u otro cada día.
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