OPINION

Las entrevistas imposibles de David Broncano

David Broncano.
David Broncano.

David Broncano es una especie de Carmen Sevilla millenial. En su regreso a la televisión, en los años noventa, la actriz (y folclórica) fue maestra en romper protocolos con su espontaneidad. Jugaba sus despistes a favor y los integraba con maestría en el show. Así, abría un nuevo contexto de interés en lo que hasta entonces era un aburrido sorteo de la ONCE.

David Broncano no tiene despistes en realidad. Al contrario, sabe perfectamente lo que hace pero se hace muy bien el despistado. Y de esta forma está dotando de una imparable personalidad a su late night, La Resistencia. El programa que está abriendo un enriquecedor escenario al universo de las entrevistas, logrando lo más inaudito: que entrevistados que a priori no son los esperables en un formato de humor interesen a todo tipo de espectadores.

Broncano hace que no se entera de nada, casi ni de quién es la persona que tiene delante o cuál es su trayectoria, pero claro que se entera. Y, con esta premisa, crea un desconcertante clima de confianza hasta conseguir declaraciones que el entrevistado jamás habría dado a un periodista al uso. Parece que no se prepara las entrevistas, pero David Broncano tiene  un objetivo para cada charla. Su habilidad para la comedia está en que, como los grandes cómicos, sabe mirar y sabe escuchar a su alrededor. Pero, al mismo tiempo, evidencia un interesante trasfondo cultural, de toda la cultura, de la cultura elitista y de la cultura infravalorada, que es crucial en sus entrevistas (y en la televisión en general). Aunque no se note, las enriquece con su curtida mirada.

Así está alcanzando grandes y descriptivos encuentros aunque el invitado casi no hable. Pero (casi) todos se abren y disfrutan si entran en el tono del programa y superan el trago de la incómoda y ya mítica pregunta con la que el presentador suele romper el hielo: "¿cuánto dinero tienes?". Una pregunta que esconde desde el primer día toda una declaración de intenciones: en esta entrevista Broncano te puede preguntar lo que nadie se atreve a preguntar. Y, claro, no todos las entrevistas funcionan igual de bien ni todos los entrevistados están igual de relajados o consiguen crear esa química que el presentador necesita para que el humor fluya. No todos son la actriz Ingrid García-Johnson, con la que tiene una química a prueba de bombas. Pero, como mínimo, el surrealismo está garantizado.

Y entrevista a gente que promociona su película o su libro, pero apenas hablan de la película o el libro. Y también a gente que no promociona nada pero tiene cosas que contar y nadie les suele entrevistar. De Isabel Coixet al Niño Polla. De un diseñador de efectos especiales a la embajadora de Polonia en España. Algunos que eran impensables en un programa de estas características. Pero así es la buena tele: la que rompe corsés.

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No obstante, desde sus inicios, La Resistencia ha jugado a tener la antítesis de los invitados que podrían ir al programa principal de su canal, #0, Late Motiv de  Buenafuente. La segunda división, tan interesante y tan olvidada en la televisión. Pero en televisión todo se puede hacer interesante. Y Broncano todo lo puede con su curiosidad de chavalada de barrio, logrando ser un éxito diario de visionados en Youtube, donde se encuentra esa chavalada de barrio.

Porque, desde el comienzo de La Resistencia, Broncano sabe que la televisión es de los que se atreven. Y él se ha atrevido a hacer un programa que no se queda a medias tintas, ni con el humor ni a la hora de preguntar a los invitados lo que el público quiere saber y no siempre todos se atreverían a preguntar. Aunque, a veces, para que entre mejor la pregunta, haya que hacerse el ingenuo. Como Carmen Sevilla.

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