OPINION

Las extrañas 'perlas' en las hombreras del presentador de GH y otros trucos técnicos del reality

Jordi González en GH
Jordi González en GH

Es una pregunta que se repite en las redes sociales. ¿Qué extraño complemento está cosido sobre los hombros de las americanas de Jorge Javier Vázquez y Jordi González cuando presentan 'Gran Hermano'? No es una nueva tendencia en estilismo, se trata de un sistema tecnológico que viene utilizando Telecinco desde hace años.

Esas 'perlas' que lucen los presentadores que llevan las riendas del estudio 6 de Mediaset son dos especie de sensores que se utilizan para que los focos del techo del plató siempre acudan al maestro de ceremonias en cuestión. Así el primer espada del programa puede moverse por toda la pista y siempre estará bien iluminado, pues los "cañones -de luz- van a su persona", como demandaría Isabel Pantoja.

Telecinco lleva con este sistema implantado desde hace tiempo. Pero no es el único cambio técnico que ha sufrido su reality estrella. A nivel visual, GH ha vivido una silenciosa revolución de la que no todo el mundo se ha percatado. Las cámaras robotizadas de la casa de Guadalix ya no están situadas en la misma posición con la que la audiencia descubrió el género de la tele-realidad, cuando se tomaban imágenes desde arriba casi como si fueran cámaras de seguridad.

Desde 'GHVIP6', las cámaras de GH se sitúan a la misma altura de los concursantes para favorecer una experiencia de visionado más realista, que agradece el ojo del espectador aunque no se percate del cambio.

Desde los comienzos de GH, ha existido el denominado 'cruce de cámaras' con operadores físicos ocultos tras los característicos espejos de las paredes de este peculiar hogar. Estas cámaras escondidas detrás de la pared se complementaban con otras automatizadas que estaban en lugares estratégicos del interior de la vivienda. Normalmente en lo alto de esquinas para que no existiera ningún punto negro que se quedara fuera de la vista del súper de GH.

Ahora esas cámaras robotizadas se incorporan como un elemento más del decorado para que el público esté a la misma altura que los participantes.

Cámara robotizada de la Casa de Guadalix
Cámara de la casa de Guadalix, que ya no cuelga del techo.

Otro elemento que ha cambiado para que el reality show tome más aire y no sea tan visualmente claustrofóbico es que 'Gran Hermano' cuenta con más luz natural que nunca. La encorsetada iluminación artificial de estudio de televisión clásica se complementa con una puesta escénica por ventanales más amplios.

El formato de Zappelin ha tirado tabiques para que el entorno respire a través de paredes acristaladas. Incluso se ha bajado el perímetro del jardín con el objetivo de que los concursantes puedan ver la madrileña Sierra. Tienen un horizonte. Ya no sólo ven el cielo.

Con estos cambios, la realización del programa se enriquece. La casa no deja de ser un decorado de televisión que, con más cristaleras y más luz natural, gana en una luminosa profundidad escénica que el público agradece. La casa de GH ya no es un limitado cajón con un jardín. Es un plató versátil que va adaptando su escenografía a las necesidades televisivas para romper con cualquier atisbo de monotonía en la percepción del público. Detalles que no se suelen ni notar pero que son vitales para que los programas desengrasen y faciliten Más aún, cuando Telecinco estira sin tregua GH para no quedarse sin esa gasolina de conflicto de celebrities 'made in Mediaset' que es vital para alimentar toda su programación de dimes, diretes y cuota de pantalla. 

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