EN PERSPECTIVA

Las grandes e inamovibles sagas de la tele: 30 años con mismos referentes

Isabel Pantoja Top Star
Isabel Pantoja en Top Star, su último trabajo en Telecinco
Mediaset

A veces, da la sensación de que el reloj del tiempo se ha parado en los grandes programas del corazón. Cuando hay que subir la audiencia, siempre se recurre a las mismas sagas familiares. Y, principalmente, las que mejor funcionan son sólo dos: la dinastía de Isabel Pantoja y la estirpe de Rocío Jurado. Hemos crecido con sus vidas, aunque no quisiéramos seguir sus vidas y sólo vivir su arte. Es difícil escapar a la curiosidad a  dos artistas de tal carisma y carácter.

La audiencia de Telecinco se sigue disparando cuando aparece alguna polémica que rodee a Pantoja o sus hijos, convertidos en unos personajes más de la cadena. Lo mismo sucede con Rocío Jurado. Su hija, Rocío Carrasco, ha sido la gran protagonista del prime time de Mediaset durante esta temporada. En cierto sentido, su historia es la de todos porque, a estos hijos, el público los ha conocido desde su nacimiento. Son parte intrínseca de la cultura popular y cuentan con vidas imperfectas con las que, además, uno se puede identificar.

Pero es curioso como no aparecen nuevas sagas y, como gran reclamo para subir la audiencia, se siga recurriendo a Isabel Pantoja, al igual que sucedía hace 35 años. Como si los referentes folclóricos se hubieran quedado congelados en el año 1989.

El problema está en que en la televisión de hoy parece que no hay demasiado margen a asentar nuevos personajes. Se ha interiorizado cierta desconfianza hacia el propio público, infravalorándolo. Y ante el miedo a no interesar, se elige lo conocido de siempre que es más infalible, pues son nombres que están en nuestra memoria de cuando no había tanta capacidad de elección. Todos veíamos los mismos canales, todos veíamos los mismos referentes. Da igual la generación.

Ahora, la popularidad es más democrática que nunca. Pero, también, más olvidadiza que antes. Los nuevos famosos son conocidos sólo por sectores de público, por su audiencia potencial. A un youtuber famoso lo conocen sus seguidores. A un actor de 'Élite' lo conoces solo si has visto la serie.

Como consecuencia, si hay que subir la audiencia de un 'Sálvame Deluxe' será más fácil tirar de los mismos reclamos que hace dos décadas atrás, pues el gran recuerdo colectivo se ha quedado estancado en cuando la fama era más masiva. El caso más claro es el culebrón sobre Isabel Pantoja, que ha pasado por todas las tramas posibles, pero hay una que no supera: su conflicto sigue girando sobre una herencia de los años ochenta.

Pantoja representa a esas celebridades que marcaron enormemente en su momento, alcanzando una influencia masiva que es complicada de reproducir en la actualidad en donde el consumo de productos está tan fragmentado por temáticas, edades y habilidades. Es más, había margen de tiempo para conocer su obra y hasta curiosear su vida personal. Ahora vivimos más rápido, hay menos tiempo. Tus padres y tus abuelos conocen a Isabel Pantoja y se han encargado de explicarnos quién es desde que somos pequeños, pero es más complicado que alguien joven les pueda explicar a ellos quién es el streamer de más éxito.

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