OPINION

Lo que el EGM se llevó: la atadura de la radio española

Gemma Nierga deja la radio tres meses para operarse de las cuerdas vocales
Gemma Nierga deja la radio tres meses para operarse de las cuerdas vocales
Gemma Nierga deja la radio tres meses para operarse de las cuerdas vocales
Gemma Nierga, representó  la mejor cantera de la SER.

Cada trimestre las emisoras de radio celebran el EGM. Se trata del estudio de audiencias que cuantifica los diferentes resultados de las cadenas en general y sus programas en particular. Normalmente todas las compañías hertzianas ganan, pues siempre en el resultado de una encuesta se puede encontrar un dato favorable.

Porque el EGM no deja de ser una gran encuesta y funciona por el recuerdo instantáneo de la persona entrevistada. Lo que ha propiciado que, en los últimos tiempos, los grandes fichajes de la radio española hayan estado atados a la gran popularidad del locutor de turno, a nombres sencillos de recordar.

Como consecuencia, a la hora de buscar recambio de un programa se suele primar cierta influencia popular de la persona que coge el testigo. Mejor aún si sale por la tele, el gran medio de masas. Y eso ha conllevado la pérdida de más de una generación de talentosos locutores a los que no se les otorga la oportunidad de crecer.

Gemma Nierga llegó a ser Gemma Nierga porque la SER tiró de cantera. Una característica que es posible -sobre todo en formatos menores- pero que, al mismo tiempo, se complica en el modelo de radio española.

El recambio generacional de grandes espadas radiofónicos se dificulta por la obsesión en contratar nombres con tirón mediático para que su cara se recuerde bien en el EGM. Pero la radio no es de caras, es de voces que saben escuchar. Como resultado, los empresarios de las grandes cadenas de los últimos tiempos han perdido alguna que otra generación de grandes maestros de la radio de primera división que, en cambio, siguen perpetuos en segunda B. Son los profesionales que el EGM se llevó.

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