

"La tele no sabía si a ti te iba bien, pero tú si creo que le vas bien a la tele". Dice un Buenafuente a Lorenzo Caprile con su analítico ojo televisivo. No le falta razón, Caprile es un diseño perfecto para la televisión, porque no se ata a ningún patrón. Sólo a ser él mismo.
En un tiempo en el que los entrevistados se preparan las entrevistas hasta matar la propia entrevista. En un tiempo en el que (casi) todos quieren ser perfectos, (casi) todos quieren ser políticamente correctos, (casi) todos no quieren salirse de cánones y (casi) todos preguntan a un buen asesor en comunicación. En un tiempo en el que ha crecido el miedo al qué dirán en televisión, Lorenzo Caprile es coherente consigo mismo siempre. Y si hay que rebatir al entrevistado o colaborador se rebate. Y si hay que recordar que no está promocionando su libro se recuerda. Así le pasó anoche a Buenafuente en una charla en la que Caprile se dejó llevar. Sin más. Como pasaba en los programas de Íñigo, Milá u Otero.
Y, por eso mismo, por dejarse llevar en las artes de la costura televisiva, Caprile también ha destacado en Maestros de la Costura, el Masterchef de modistas que ya se ha ganado una segunda temporada en TVE. De modistas, porque modista es siempre en femenino como Caprile lleva defendiendo en sus entrevistas desde hace décadas. "¿A ti te llaman periodisto? Pues a mi modista", soltó una vez al que escribe estas líneas. Caprile siempre ha sido así, pero el prime time lo ha puesto en la palestra de esos personajes queriblemente achuchables porque no disfrazan su autenticidad de nada. O, al menos, no se disfrazan de casi nada. Van a la tele a ser ellos mismos, a abrirse al espectador y disfrutar de un duelo verbal con su entrevistado. Y ese es el mejor antídoto para frenar la agonía de la entrevista interesante en programas de entretenimiento.
Se destaca mucho el trabajo de Late Motiv de Buenafuente como formato estandarte de comedia, de música en directo e incluso de mime de la elegancia visual de la realización y la puesta en escena de cada capítulo. Pero también hay que poner en valor Late Motiv como recuperador para la televisión en España de una entrevista sin red en un momento que la gente lleva acoplados demasiados paracaídas para no salirse de la línea de lo previsible. El clima que consigue Buenafuente, en una de sus etapas más brillantes, propicia un oasis tranquilo para aprender de personas, populares y menos populares, que no siempre tienen cabida en una televisión actual con demasiada prisa como para pararse a escuchar realmente a alguien.
Escuchar, reflexionar e incluso reírse con el invitado. Así ha sucedido esta semana cuando Caprile conoció a su doble en Late Motiv, encarnado por un lúcido y rápido Raúl Perez. Eso sí, Caprile no se lo puso nada fácil e incluso flirteó con su clon. La modista no se calla nada. Y, dentro de este gag, lanzó interesantes reflexiones (como cuando lanza la idea de que, en realidad, no cree que disfruten aquellas celebrities que van a la gala MET). Reflexiones sobre esta época de postureo. O, como dice el clon de Lorenzo, esta época de 'costureo'...
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